La vicepresidenta calificó como un escándalo lo ocurrido. El jefe de Gobierno porteño concurrirá esta semana a Tribunales.
Después de haber tomado contacto con parte de la prueba que indicaría que fue víctima de seguimientos por parte de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) bajo la gestión de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, la vicepresidenta Cristina Fernández solicitará ser tenida por querellante, lo que la habilitaría a solicitar medidas de prueba, entre otras diligencias.
Cristina calificó la causa como “un verdadero e inédito escándalo” y responsabilizó directamente al ex presidente Mauricio Macri por el espionaje, además de destacar la complicidad de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la difusión ilegal de escuchas de las que fue víctima y señalar el rol de los medios de comunicación en el dispositivo de persecución.
Mientras tanto, se espera que entre hoy y mañana el actual jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, concurra a los tribunales federales de Lomas de Zamora para conocer la causa, aunque dijo que está “convencido” de que el ex presidente Mauricio Macri -también imputado- “no tiene nada que ver”.
Entre las presuntas víctimas de la organización ilegal se encuentran monseñor Jorge Rubén Lugones, obispo diocesano de Lomas de Zamora; los periodistas del diario La Nación Hugo Alconada Mon y Marcelo Veneranda; el presidente de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, Martín Irurzun; la diputada nacional Graciela Camaño, el gremialista Luis Barrionuevo, el ex presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el actual vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli.
También habrían sido espiados el ex diputado Nicolás Massot; la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; el secretario General del gremio de camioneros, Hugo Moyano; el diputado nacional de Cambiemos Waldo Wolff; el senador nacional Maurice Closs; los intendentes de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y de Avellaneda, Jorge Ferraresi, además del ex alcalde de La Plata, Pablo Bruera.
Otras víctimas serían el sacerdote José María “Pepe” Di Paola, del clero diocesano de la Arquidiócesis de Buenos Aires; Salvatore Pica -pareja de Florencia Macri, hermana menor del ex presidente-; e integrantes de la Comunidad del Pueblo Mapuche en Argentina.