En España, el Ministerio de Consumo presentó ante el Consejo de Ministros un anteproyecto de ley para regular los servicios de atención al cliente.
Si la norma se aprueba, los consumidores podrán exigir que cuando hagan reclamos telefónicos los atiendan personas, no máquinas.
En tanto, estipula que el horario del servicio de atención a la clientela se ajustará al horario comercial de cada firma y prevé que las empresas de servicios básicos deberán ofrecer atención las 24 horas.
Asimismo, determina que todas las compañías estarán obligadas a hacer públicos los datos de satisfacción de los consumidores.
La iniciativa también establece límites a los tiempos de espera telefónica, prohíbe la derivación desde un teléfono gratuito a números que impliquen un costo adicional para el cliente y le impide a las compañías aprovechar trámites para ofertar bienes o servicios, salvo que estén “directa y claramente” relacionados con la resolución de la consulta, queja, reclamación o incidencia.
Los promotores de la nueva ley sostienen que, si prospera, pondrá fin al uso de contestadores automáticos o similares como medios exclusivos para responder a los clientes que formulen quejas o consultas.