Se trata de María Inés Pilatti Vergara, Mariano Recalde y Eduardo Alejandro Vischi. El Máximo Tribunal debe resolver a quién corresponde la cuarta representación. Mientras tanto, el organismo se encuentra paralizado
La Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) tomará juramento el martes próximo a tres de los cuatro senadores con mandato en el Consejo de la Magistratura nacional, en un acto que estará encabezado por el presidente de éste y también de aquélla, Horacio Rosatti.
La jura de los senadores María Inés Pilatti Vergara, Mariano Recalde (ambos del Frente de Todos, FdT) y Eduardo Alejandro Vischi (UCR) será a las 10 en el Salón Bermejo del Palacio de Tribunales -con acceso sólo para familiares e invitados por la Corte-.
El acto se concretará tras la negativa de ésta a tomar juramento al senador del FdT Martín Doñate.
El Máximo Tribunal, en ese sentido, consideró ilegal que el bloque mayoritario en el Senado se haya dividido para reclamar el representante por la segunda minoría.
De ese modo, falló a favor del senador del Frente PRO Luis Juez, quien reclamó esa banca, aunque el Senado designó, no una sino dos veces, al rionegrino Doñate.
Con el conflicto planteado, en su segunda acordada del año, la Corte dispuso por mayoría -con votos de Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda- que se tome juramento a Pilatti Vergara, Recalde y Vischi hasta tanto se resuelva a quién corresponde la representación.
Parálisis
El 16 de julio del año pasado fue la última vez que el Consejo de la Magistratura logró aprobar, en un plenario, ternas de jueces para elevar al Poder Ejecutivo, en tres concursos para los fueros Civil, de Familia y de Menores.
El marco de acuerdos de aquel momento entre oficialismo y oposición no alcanzó para plantear decisiones sobre los juzgados y cámaras federales vacantes en los tribunales de Retiro (Comodoro Py) y en otros puntos del país.
Desde entonces, salvo para las cuestiones administrativas y de infraestructura tecnológica, el consejo no funciona para su principal cometido: elegir a jueces para que los seleccione el Poder Ejecutivo y los refrende el Senado. Tiene más de mil concursos terminados y en condiciones de ser votados por el plenario, lo que podría ejecutar si estuviera integrado en su totalidad, no con 16 miembros, como ahora, y si el ambiente político permitiera acuerdos entre oficialismo y oposición.