Confirman la nulidad de un pagaré firmado en blanco, por estado de ligereza del suscriptor

El tribunal comprobó que el firmante -fallecido- estaba afectado por la ludopatía, por lo cual no actuó de manera diligente. Además, el demandado -portador del documento- no pudo demostrar que le haya entregado dinero alguno

La Cámara 9ª Civil y Comercial de la ciudad de Córdoba confirmó una decisión de primera instancia que hizo lugar a una demanda que planteó la nulidad subjetiva por lesión del pagaré librado ”‘en blanco”, pedida por la viuda del librador.

El juez a quo había revocado la sentencia dictada en el juicio ejecutivo, resolviendo que la nulidad fundada en la inexistencia de causa lícita y objeto prohibido había prescripto y resolvió lo contrario en relación a la nulidad por lesión demandada, motivando la apelación de ésta.

El tribunal integrado por los vocales Jorge Arrambide, Verónica Martínez y Rubén Remigio analizó el agravio presentado por el demandado, en el cual sostenía una arbitraria interpretación de los artículos 1016 a 1019 del Código Civil (CC), que regulan lo atinente a la firma en blanco en los instrumentos privados, en tanto afirman que autorizan la suscripción de un instrumento en blanco y que éste hace plena fe una vez reconocida la firma inserta.

Al respecto, la cámara consideró que es legítimo el libramiento de un pagaré en blanco y así lo reconoce la ley cambiaria, agregando que cuando se alude a los abusos en el llenado, o violación del acuerdo previo que lo determina, se considera que existe una violación del mandato que el librador otorga al portador para llenarlo. Asimismo se indicó que, frente al fallecimiento, se extingue el mandato y esa facultad de llenado también lo hace.

Los jueces evaluaron que la limitación del artículo 1017 CC está directamente vinculada al signatario y la posibilidad de que sea él mismo quiera quiera probar el abuso de la firma en blanco; y en tercer lugar, objetivamente, queda circunscripta a ese hecho: el abuso de firma en blanco, que no es lo que motiva la acción en cuestión en esta litis en la actualidad, puesto que el primer argumento nulificante de la actora respecto a ella resultó declarado prescripto (nulidad por falta de causa y objeto prohibido).

En el caso, se precisó que la firma en blanco, absolutamente vacío el título, en el ámbito de la oficina notarial y sin contraprestación alguna en el momento contra la entrega del documento, propicia la existencia de una desproporción.

Asimismo, se valoró que a las pruebas se les suma que el sustento documental de ese préstamo, por la suma incluida en el pagaré librado en blanco, no tiene otro resguardo ni otra instrumentación ni otra prueba de haber sido efectivamente entregado al emisor del título, cuando el mutuo es un contrato real, que se perfecciona con la entrega de la cosa prestada.

El fallo señaló que el demandado no demostró por ningún otro modo haber entregado efectivamente la suma con la que se integró el pagaré, que no la tenía al momento de la emisión y la pericia caligráfica demostró que el documento no fue llenado por el firmante.

A su vez sostuvo el tribunal que la pretensión del apelante de demostrar el error en ese argumento del a quo que considera demostrado ese aprovechamiento ilegítimo trayendo a colación las operaciones de ventas realizadas por él o su mujer antes del préstamo, aparecen así inanes.

Según la cámara, las fotografías para probar que el préstamo se utilizó para refaccionar la vivienda y el giro comercial del comercio de S. M. nada prueban si se advierte que no existe ninguna constancia de su utilización para tales fines, agregando que “ninguna huella de que el dinero haya sido efectivamente entregado ha podido probar el apelante”.

El fallo hizo notar la contradicción en los argumentos del apelante, al sostener que siendo un empleado de EPEC no necesita llevar libros o contabilidad formal, utilizados para contrarrestar las conclusiones de la pericia contable relevada y apreciada por el a quo, con la también pretendida actividad de compra venta de inmuebles, campos y maquinaria agrícola que alude también en su escrito.

Para el tribunal, al no existir elemento corroborador de la efectiva entrega de la suma que se documenta en el título firmado en blanco y rellenado a posteriori, la ventaja patrimonial injustificada como elemento objetivo de la lesión ha quedado corroborada.

Componente

El tribunal consideró que tampoco nada dice el apelante respecto al componente subjetivo, que el a quo identifica con el de “ligereza”, la cual se fundó en la afición al juego de S. M. y su estado de necesidad, lo que lo habría inclinado a contraer deudas y obligaciones que pusieron en peligro su patrimonio así como su estado de vulnerabilidad producto de su situación económica y el desenlace trágico de su persona, lo cual se ve reflejado en el sumario penal realizado a los fines de averiguación de causales de muerte.

Por ello, indicó que se tiene por acreditado en cuanto se considera que se ha explotado la ligereza de la víctima producto de la ludopatía del firmante del pagaré, y que se presume por la existencia del elemento objetivo, esto es, la notable desproporción de las prestaciones.