El juez Sebastián Casanello ordenó ayer una serie de medidas en la causa que lleva adelante por la ruta del dinero K, y decidió procesar al empresario Lázaro Báez y su hijo, Martín Báez, al contador Daniel Pérez Gadín y su hijo, Sebastián Pérez Gadín, y también a César Gustavo Fernández, Fabián Rossi y Walter Zanzot. Además, les trabó embargos y congeló sus cuentas bancarias.
El ex titular de Administración FEderal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, también quedó en la mira de Casanello, por lo que fue citado a declarar el próximo 3 de mayo y no podrá salir del país.
El magistrado consideró que Lázaro y Martín Báez, Daniel Pérez Gadín, César Gustavo Fernández y Fabián Rossi son coautores del delito de lavado de activos, que prevé una pena máxima de prisión de 10 años. En el caso de Walter Zanzot, el magistrado considera que fue partícipe necesario primario, mientras que sobre el hijo de Pérez Gadín lo consideró partícipe necesario secundario.
Con la decisión de Casanello, Lázaro Báez continuará detenido en el penal de Ezeiza.
El juez decidió también trabarles embargos a los procesados por $100 millones a cada uno, menos al hijo de Pérez Gadín, sobre el que ordenó un embargo de un millón de pesos.
Además, pidió la captura nacional e internacional del abogado de Báez, Jorge Oscar Chueco, desaparecido desde hace tres días.