Beneficios de trabajadores de la EPEC no se aplican a empleados de su obra social

En el pleito, el tribunal reconoció el derecho del accionante a percibir cinco sueldos al momento de jubilarse, mas no los restantes adicionales pretendidos. [privado] La Sala 8ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba consideró aplicable a un ex dependiente de la Obra Social del Personal de Luz y Fuerza el convenio posconcursal firmado por los empleados de ella, por el cual acordaron un beneficio equivalente a cinco sueldos al jubilarse, pese a que el acuerdo no fue firmado por el actor, por considerarlo el resultado de una autocomposición de las relaciones laborales aplicable a todos. Por el contrario, el fallo consideró inaplicable el acta acuerdo de 1971, por el cual se extendían los beneficios de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) a los trabajadores de la obra social, ya que sus efectos no renacieron luego de la falencia. En 1971, la entonces Unión Eléctrica firmó un acuerdo particular con su personal, por el que les reconoció los beneficios de contenido económico establecidos en su propio convenio al personal de la obra social que pertenece a Utedyc, entre ellos lo reclamado por Carlos Enrique Merlo, consistente en una suma de dinero al momento de que el trabador falleciera o pasara a pasividad. Como la accionada se concursó el 4 de enero de 2002, ello causó la suspensión, caída o desaparición de los beneficios del convenio colectivo para los trabajadores. Luego, en junio de 2005 los trabajadores de la entidad y sus autoridades suscribieron un acuerdo que recompuso derechos laborales de los empleados, que establece que el trabajador que se jubile recibirá una indemnización igual a cinco veces su última remuneración mensual, el cual no fue suscripto por el actor. Al resolver, el tribunal integrado por el juez Sergio Oscar Segura analizó que el tema a dirimir era que, “vencido el plazo de tres años establecido por el artículo 20 de la Ley de Concursos y Quiebras, se ha reanimado a favor de los trabajadores la totalidad del menú de derechos laborales que poseían antes de la falencia (el convenio colectivo de UTEDYC más los beneficios económicos del convenio de EPEC) o no”. El fallo indicó que, intentando reconstruir “lo sucedido en aquella época: el hecho de que trabajadores y empleador hubieran discutido y firmado un convenio el 1º de junio de 2005, a mi juicio es revelador de que existían dudas respecto de qué era lo que acontecería a partir del vencimiento del trienio post-concursal”. El magistrado interpretó que “lo que se procuraba era estabilizar el menú de derechos de los trabajadores, sin desestabilizar las finanzas de la Obra Social, y sin desatender los servicios de salud que debían prestarse a los afiliados”, y consideró esta situación “demostrativa de que trabajadores y empleador negociaron un verdadero convenio de empresa, que luego respetaron rigurosamente; excepción hecha de Merlo, que se negó a suscribirlo”. Por ello, el vocal determinó que “no hay dudas respecto de que lo que renacería es la aplicación del convenio colectivo de actividad, el de Utedyc que se aplica a los trabajadores de la obra social, en tanto es negocio homologado y con efecto erga omnes”, aunque consideró que “no puede decirse lo mismo del acta acuerdo de 1971: por mucha simpatía ideológica que provoque que el legendario Agustín Tosco extendiera los beneficios de su convenio a sus trabajadores, no debe olvidarse que aquella acta acuerdo es sólo un pacto pluriindividual entre los trabajadores firmantes y su patrón”. En consecuencia, razonó que “visto desde el punto de vista de Merlo, hay que decir que a su respecto lo que renació luego del trienio postconcursal es el convenio colectivo de Utedyc y no el de EPEC, y el primero no contiene un beneficio para el caso de jubilación”. Autos: Merlo c/Obra Social Luz y Fuerza

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