La fiscal federal Cecilia Incardona pidió que se mantenga la prohibición de salida del país de los cinco iraníes y 14 venezolanos que llegaron a la Argentina el 6 de junio pasado en el avión de Emtrasur.
También reclamó que no se permita el despegue de la aeronave, que quedó retenida en el aeropuerto de Ezeiza 48 horas después de aterrizar.
Al dictaminar, la agente de Lomas de Zamora consideró que no está demostrado que se trate de un vuelo que transportaba carga.
En tanto, destacó que no hay ninguna credencial ni documento en el expediente que certifique que los pilotos iraníes eran instructores de los venezolanos.
La DAIA ya se pronunció en el mismo sentido.
La abogada de la entidad, Marta Nercellas, rechazó la solicitud que presentó la defensa de los tripulantes. Recordando que no aportaron sus domicilios, planteó que hay peligro de fuga y de entorpecimiento de la pesquisa en curso.
Además, afirmó que todavía no se completaron todas las medidas de prueba.
Ahora, el juez Federico Villena deberá resolver.
A su turno, el defensor de los extranjeros, Hernán Carluccio, reclamó el levantamiento de las medidas cautelares. “Jamás existió siquiera un indicio de la comisión de delito alguno”, alegó.
El gobierno de Irán hizo lo propio, por canales diplomáticos.