Natanyahu consiguió que el parlamento judío apruebe el proyecto de ley para sustituir al organismo que nombra a los jueces
El parlamento de Israel aprobó este miércoles en forma preliminar un proyecto de ley para sustituir el Colegio de Abogados, encargado de los nombramientos de los jueces, por un consejo nombrado por políticos, como parte de los intentos del primer ministro Benjamin Netanyahu de reformar el Poder Judicial, lo que desató una nueva jornada de protestas que terminaron con la destitución del jefe de la Policía de Tel Aviv.
El proyecto de ley para sustituir el grupo colegiado por un “consejo de abogados” designados por los políticos y cuyo presidente sería designado por el ministro de Justicia, pasó la votación preliminar.
El apoyo mayoritario de la iniciativa en la Knesset (parlamento) se produjo un mes después de la elección del líder de la asociación, en la que el candidato preferido del Gobierno sufrió una rotunda derrota.
El Colegio de Abogados selecciona a dos personas para el Comité de Selección Judicial (CSJ), responsable de nombramientos, promoción y remoción de jueces, y cuya composición la coalición pretende alterar a su favor.
El mes pasado, en las elecciones para su dirección, el candidato apoyado por los opositores a la reforma judicial que impulsa Netanyahu se impuso por mayoría a su rival, el oficialista partidario de la reforma.
El proyecto de ley, patrocinado por el partido de Netanyahu, Likud, prevé la participación del Gobierno y de los legisladores en el nombramiento del presidente del Consejo y de la mayoría de sus miembros, según el diario israelí Haaretz.
La mentada reforma judicial incluye aspectos que la oposición e incluso el empresariado israelíes estiman que no respetarían la división de poderes.
La semana pasada, Netanyahu eliminó la llamada “cláusula de anulación” de su proyecto de reforma judicial, una cuestionada disposición que, de haber sido aprobada la ley, hubiera permitido al Parlamento anular una decisión de la Corte Suprema por mayoría simple, es decir, 61 votos del total de las 120 bancas.
Sin embargo, otro foco de críticas es su intento de modificar el CSJ, en el que los jueces tienen poder de veto actualmente.
También hoy el jefe de la Policía de Tel Aviv anunció que fue despedido de su cargo debido a sus diferencias con la conducción del Ministerio de Seguridad Nacional sobre el uso de fuerza contra quienes se manifiestan en las calles desde enero, cuando Netanyahu presentó distintas iniciativas en el Parlamento para modificar el Poder Judicial.
“Con la cabeza bien alta, estoy pagando un precio personal intolerablemente alto por mi decisión de evitar una guerra civil”, dijo el comandante Ami Eshed, en una declaración a la prensa.
“Tengo la intención de poner fin a mi servicio en la policía tras un traspaso ordenado a mi sustituto”, añadió.
Eshed aseguró que podría haber cumplido fácilmente estas expectativas utilizando una fuerza desmedida.
“Podríamos haber despejado (la autopista Ayalon de Tel Aviv) en cuestión de minutos a costa de romper cabezas y aplastar huesos; podríamos haber llenado la sala de urgencias del (hospital) Ichilov al final de cada manifestación”, dijo.
Ben-Gvir reaccionó al anuncio de Eshed en Twitter, donde aseguró que las declaraciones del comandante “demostraban que un comisario político sirvió en la Policía de Israel de uniforme” y agregó: “Le deseo mucho éxito en su futuro como candidato en las próximas elecciones por un partido de izquierda”.
En marzo, el Gobierno destituyó a Eshed en medio de las protestas nacionales contra la reforma judicial, supuestamente por permitir que los manifestantes bloquearan las autopistas y abstenerse de utilizar medidas antidisturbios más severas, pero el Fiscal General de Israel ordenó bloquear la destitución, alegando dudas sobre la legalidad de la medida.
Al referirse a las exigencias del ministro de Seguridad Nacional, el ultranacionalista y líder colono Itamar Ben-Gvir, para que usara mano dura contra los manifestantes que protestaban contra la revisión judicial del gobierno, Eshed dijo: “Pequé al no ser capaz de cumplir las expectativas del nivel ministerial, lo que incluía violar las normas, los protocolos, la estructura organizativa y la cultura en la toma de decisiones y en el juicio operativo”.
El debate en el parlamento y el apartamiento de Eshed estuvo acompañado desde las calles por otra jornada de protestas en Tel Aviv, principalmente en la autopista Ayalón, punto neurálgico de las protestas en la capital, y otros puntos del país, además de Jerusalén.
Fuentes policiales citadas por la prensa israelí informaron que decenas de personas fueron detenidas en las protestas de esta noche y sólo en Tel Aviv, arrestaron a 15 personas.
Los manifestantes de Jerusalén se reunieron en la Plaza de París, cerca de la residencia oficial del Primer Ministro, pero la policía declaró que la concentración era una manifestación ilegal y que comenzaría con las detenciones.
Allí se registraron choques con la policía y un manifestante herido por un camión hidrante en Jerusalén fue llevado al hospital.