El juez federal Daniel Rafecas ordenó la captura nacional e internacional de cuatro sospechosos de haber participado en el atentado a la AMIA.
La notificación que cursó el magistrado ya fue girada a la Dirección de Migraciones y a las fuerzas de seguridad.
Todos integran Hezbollah. Se trata de Hussein Mounir Mouzannar; de Alí Hussein Abdallah; de Farouk Abdul Hay Omairi y de Abdallah Salman (alias “El Reda”).
Los tres primeros residirían en las zonas de la Triple Frontera, entre Foz de Iguazú y Ciudad del Este.
En tanto, “El Reda”, que ya está declarado prófugo de la Argentina por la voladura de la Embajada de Israel en 1992, se encontraría en El Líbano.
Miembro activo de Hezbollah, vivía en la Triple Frontera y estuvo en Buenos Aires en julio de 1994, cuando ocurrió el atentado. Se le adjudica haber transmitido información indispensable para su concreción y se cree que fue un nexo de los agentes internacionales que actuaron en el territorio.
El fiscal de la UFI AMIA Sebastián Basso reclamó las detenciones para poder tomarles declaración indagatoria.
Según Basso, está “suficientemente acreditada su pertenencia y/o cooperación” con la banda criminal que denominó “brazo armado del ‘Hezbollah”.
Rafecas no hizo lugar al pedido fiscal para que se congelaran los bienes de los cuatro individuos congelamiento de bienes y se incluyeran sus nombres en el Registro Público de Personas y Entidades Vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento (RePET).
El próximo 18 de julio se cumplirán 29 años del ataque a la AMIA, perpetrado en el barrio porteño de Once, que terminó con 85 vidas.
No hay ningún detenido por la masacre.
La pesquisa estableció que la explosión fue ideada y preparada por quienes por entonces ejercían el poder en la República Islámica de Irán y que fue ejecutada por la organización terrorista libanesa Hezbollah.
Hay ocho pedidos de captura sobre sospechosos que se resisten a ser indagados por los tribunales argentinos. Algunos de esos imputados, sobre los que pesan cinco alertas rojas de Interpol renovadas hasta 2027, circulan por el mundo con pasaportes diplomáticos.
La Justicia local sostiene que los funcionarios iraníes que decidieron, planificaron y ejecutaron el ataque fueron: Alí Akbar Hashemi Bahramaie Rafsanjani (a la época de los hechos, presidente de la República Islámica de Irán); Alí Fallahijan (por entonces Ministro de Información); Alí Akbar Velayati (ex Ministro de Relaciones Exteriores); Mohsen Rezai (a cargo del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria “Pasdaran”); Ahmad Vahidi (titular de la fuerza de elite “Al Quds” perteneciente a la Guardia Revolucionaria), Mohsen Rabbani (ex consejero Cultural de la Embajada iraní); Ahmad Reza Asghari o Mohsen Randjbaran (ex tercer Secretario de la representación diplomática iraní en Argentina) y Hadi Soleimanpour (en aquella época, embajador en Buenos Aires).
A esa lista se sumó Imad Fayez Moughnieh, por entonces a cargo del Servicio Exterior de la agrupación terrorista libanesa y acusado de dirigir el grupo que atacó la sede de la mutual judía en Buenos Aires.
Según se pudo establecer, ya falleció, al igual que el ex presidente Rafsanjani, y por lo tanto se ordenaron sus respectivos sobreseimientos.
Los buscados ya estaban en la mira del fiscal Alberto Nisman, quien apareció muerto en el baño de su departamento con un tiro en la cabeza en enero del 2015.