martes 19, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

¿Alternativa posible al bullying ?

Por José Arce * y Luciano Monchiero ** - Exclusivo para Comercio y Justicia
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En la entrega anterior caracterizamos el bullying y mostramos el gran movimiento mundial que existe para su prevención y/o eliminación. Creyendo que estas iniciativas no solucionan la cuestión de fondo, propusimos analizar brevemente esa situación de conflicto para proponer la Mediación como alternativa válida.

Continuando con la descripción del mapeo del conflicto y como parte de la dinámica (variable amistad-hostilidad), vemos que siempre es una dimensión actoral, nunca objetal, ya que el acento está puesto en la relación entre los actores, y la intensidad varía con el tiempo, pero siempre empieza bajo y a medida que el acoso va dando resultado, aumenta.

Existen muchos casos en los cuales el desequilibrio de poder es tan marcado que sería imposible mediar. Las partes utilizan como recursos mayormente amenazas y violencia física. Pero a diferencia de otras formas de violencia, ésta tiene características propias: estabilidad en el tiempo, desequilibrio de poder e indefensión de la víctimas, como las más relevantes.

Ejemplo de abordaje
Algunos piensan que en los casos de maltrato (violencia) no es posible una mediación tradicional básicamente por el desequilibrio de poderes y porque es difícil que las partes se sometan voluntariamente a este proceso por la misma relación de dominio-sumisión, la cual es necesaria modificar, ya que es un vínculo patológico que se alimenta de la presencia de espectadores activos.

Sin embargo, en Europa se propone el método de intervención “Shared Concern Method” (método de responsabilidad compartida), que parte de la base de que el fenómeno violento produce efectos sobre los involucrados y los espectadores que retroalimentan los comportamientos violentos y trata de conseguir interrumpir estos actos con propuestas de tareas concretas para los protagonistas (también para los seguidores del fenómeno).

El método mencionado consiste en un tipo de mediación con características propias, que mantiene aspectos básicos y particulares para este fenómeno, tales como el rol: modelo de entrevista diferente para agresor, víctima y espectadores. Procedimiento: inicialmente no entrevista conjuntamente a agresor y víctima. No se centra en los desacuerdos. Neutralidad: el mediador manifiesta un rechazo a la situación. Ofrecer soluciones: nunca ofrece sugerencias sino que hace que surjan de los propios protagonistas. Negociación: las reglas se transmiten de manera no verbal durante las entrevistas. Finalizar la mediación: la finalidad del método es reindividualizar los miembros del grupo; conseguir que las personas implicadas reflexionen sobre su actuación y las consecuencias, y cambien sus planteamientos hasta llegar a hacerse personalmente responsables de su conducta. El objetivo final de la intervención es llegar a un acuerdo conjunto para mejorar la situación de la persona que sufre, en el que ella misma debe aportar posibles cambios para su actuación.

Conclusiones
No estamos diciendo que esta última es la solución para todos los casos (ojalá existiera), sólo planteamos una posible alternativa para el abordaje y prevención de esta problemática, y que quizás sea la educación en la autogestión de los conflictos a través de la Mediación (vista como proceso educativo en la gestión de conflictos).

Queremos simplemente disparar el debate y la investigación en la materia, ya sea que los mediadores sean personas externas, los docentes o los propios alumnos. La mediación debe ser vista como una herramienta multiuso y flexible que puede ser probada sin riesgos para corroborar su funcionamiento. Consideramos que si bien la mediación no debe ser un paso obligatorio en la resolución de estos problemas, sí debe estar entre las alternativas para utilizarse como estrategia preventiva en la gestión de conflictos y de recomposición de las relaciones entre miembros de la comunidad escolar para restablecer la confianza entre los protagonistas del conflicto. Confiamos en que nuevos espacios, como el recientemente inaugurado Primer Centro de Mediación de Niñas, Niños y Adolescentes de la Defensoría del Niño de la provincia de Córdoba, sean propicios para el tratamiento de estos casos.

El bullying, para tomar conciencia, aun cuando no deja huellas físicas (en la mayoría de los casos), mina la autoconfianza, generando como consecuencia la inseguridad y el temor que paraliza hasta a un adulto. Y esto sin lugar a dudas impide resolver los problemas de manera negociada o consensuada privilegiando la relación. La mediación, entonces, se presenta como una valiosa alternativa. Aprovechémosla.

* Abogado, mediador. ** Abogado, especialista en Nevas Tecnologías

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