El Tribunal Superior del Trabajo hizo un balance de los primeros seis meses de la reforma en ese país y detalló que los juicios se redujeron 40 por ciento
Según el Tribunal Superior del Trabajo de Brasil, a seis meses de la reforma laboral en el país los juicios se redujeron 40 por ciento.
La normativa entró en vigor el 11 de noviembre de 2017 y entre esa fecha y mayo de este año fueron abiertos 766.387 juicios contra empleadores, cifra que contrasta con los 1,3 millón promovidos antes de la sanción de la legislación que impulsó el presidente Michel Temer.
Un punto clave de la reforma que podría haber desalentado reclamos infundados fue la incorporación de una de las pautas reclamadas por las cámaras empresariales para que, si el trabajador pierde la demanda, pague los honorarios de los abogados de la parte accionada. La ley impulsada por Temer tuvo una fuerte oposición gremial -hubo tres paros generales en tres meses- y sufrió muchas modificaciones hasta que el Parlamento le dio luz verde para que reemplazara muchas de las reglamentaciones vigentes desde 1943.
Entre otras novedades, reguló el trabajo desde el hogar (homeworking), flexibilizó las condiciones de despido y estableció que la contribución sindical -que era obligatoria y equivalente a un día de salario al año- es voluntaria.