Abogados del actor pagan costas solidarias en demanda rechazada contra una ART

Al rechazar la demanda por incapacidad laboral interpuesta contra Asociart ART SA por la extrema orfandad probatoria del actor quien no ofreció probanza pericial y en la audiencia respectiva renunció a la prueba testimonial y confesional, la Sala 6ª Sexta de la Cámara del Trabajo de Córdoba impuso las costas al actor y, de forma solidaria, a sus letrados por la grave negligencia, siendo su responsabilidad inexcusable en el patrocinio.

El juez Tomás Sueldo, al analizar la cuestión, indicó que “ se encuentran controvertidos expresamente los extremos vinculados a las labores desempeñadas por el accionante, la relación de causalidad con la patología por la que se reclama, y su carácter profesional ”.

Por ende, el tribunal analizó la prueba respectiva, coligiendo que “ surge claro y notorio de las constancias de la causa que el accionante no ha logrado probar que padezca la minusvalía reclamada, la incapacidad pretendida ni la relación de causalidad con las tareas realizadas para su empleadora ”.

Asimismo, el vocal advirtió que el actor “ no ofreció el medio probatorio idóneo -pericial médica oficial- para acreditar aquellas cuestiones relacionadas con la minusvalía invocada, expresamente controvertida por la accionada ”.

El fallo remarcó que en la audiencia de vista de la causa, la parte actora desistió de las pruebas confesional y testimonial ofrecidas y, por ende, “ las afirmaciones vertidas en el libelo inicial respecto de aquellos extremos resultan carentes de aval probatorio ”.

En ese sentido, la decisión valoró que la regla del onus probandi dispone que quien invoca un hecho, debe probarlo -affrmanti incumbit probatio-, lo que no ha ocurrido en esta causa, “ por lo que se impone sin más el rechazo de la pretensión en todas sus partes ”.

Cuestión esencial

En esa dirección, se apuntó que no se verificó la cuestión esencial del litigio, es decir, el efectivo padecimiento por el actor de la patología reclamada, y consecuentemente, el grado de incapacidad pretendido.

El magistrado aclaró que la resolución de la cuestión principal en la dirección expuesta, “ torna abstracto me expida sobre las demás inconstitucionalidades interpuestas por la parte actora y de analizar los restantes medios probatorios producidos, cuyo tratamiento deviene absolutamente inconducente frente a la conclusión arribada supra ”.

En consecuencia, en el fallo se respondió que correspondía rechazar la demanda interpuesta por N. M. T. en contra de Asociart ART SA en todas sus partes.

Posteriormente, en el pronunciamiento se ordenó que las costas se impongan al demandante, quien resultó objetivamente vencido, “ no advirtiéndose circunstancia alguna que autorice a eximirlo de ellas) ” y a sus letrados en forma solidaria, “ en virtud de la grave negligencia probatoria en la que incurrieron al no ofrecer el medio idóneo para acreditar las dolencias que reclamaba el actor en su libelo inicial, conducta que se repitió a lo largo del proceso debido a la renuncia de la prueba oral en oportunidad de la vista de la causa y a la omisión de presentación de los alegatos por escrito ”.

Así las cosas, en la sentencia se destacó que la decisión se encuentra avalada por jurisprudencia del Máximo Tribunal de la Nación, al sostener que “ los jueces de la causa han entendido que se ha litigado sin razones, peticionando lo no debido inexcusablemente (sin excusa, sin motivo, sin pretexto), responsabilizando al letrado patrocinante en tanto brindó incorrectamente su asesoramiento profesional ”.

Por lo expuesto, se derivó en la resolución que la imposición solidaria al quejoso de las costas con fundamento en el artículo 20 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), “ no aparece como un desatino desde el punto de vista de la lógica jurídica, ya que el Sentenciador que las puede imponer por pedir de más, razonablemente podría hacer lo mismo ante la inexistencia notoria de derechos verosímiles ”.