Un tribunal de Estados Unidos decidió hoy mantener disponible el uso de la píldora abortiva mifepristona, aunque con algunas restricciones, en un fallo que revierte temporalmente uno anterior de un juez conservador de Texas que la había suspendido
La Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Nueva Orleans votó a favor de mantener disponible la mifepristona, aunque endureció algunas normas, entre ellas el requerimiento de citas médicas en persona para recibir el medicamento.
A partir de ahora, el acceso a la píldora requerirá tres visitas al médico y se limitará a las siete primeras semanas de embarazo, frente a las diez anteriores, según recogió la agencia de noticias AFP.
La mifepristona fue aprobada por la Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA) hace más de dos décadas y se utiliza en más de la mitad de los abortos que se practican cada año en Estados Unidos.
El pasado viernes el juez Matthew Kacsmaryk, designado por el expresidente Donald Trump, retiró la autorización a nivel nacional para comercializarla, pero le dio tiempo al Gobierno para apelar, por lo que la vigencia de su falla quedó en suspenso por una semana.
Un juez federal de Washington dijo más tarde que la FDA debe mantener disponible la píldora abortiva en al menos 12 estados liberales.
Por lo tanto, es posible que la decisión final se termine dirimiendo en Corte Suprema de Justicia, de clara mayoría conservadora, tras ser reformulada su composición por el Trump.
Pero aunque la justicia decida finalmente suspender su uso, se espera que pasen varios meses antes de que se aplique, debido a los engorrosos procedimientos que realiza el organismo antes de retirar la autorización de un producto.
En caso de que se confirme, las mujeres podrán recurrir a una segunda pastilla, el misoprostol, cuyo uso se combina hoy con mifepristona para mayor eficacia y menor dolor.
La píldora abortiva es la opción más utilizada para interrumpir un embarazo.
El fallo del juez texano responde a una demanda presentada en noviembre pasado por una coalición de médicos y organizaciones antiaborto.
Este enfrentamiento sobre los derechos reproductivos de la mujer en Estados Unidos se produce casi un año después de que la Corte Suprema de Justicia anulara la histórica sentencia del caso Roe vs Wade, que hace medio siglo consagró el derecho al aborto.