En Perú, en un nuevo enfrentamiento entre manifestantes y policías, 18 personas más fallecieron.
Desde que el presidente Pedro Castillo dio un autogolpe de Estado por el que acabó destituido y detenido, ya suman 46 los muertos en las calles del país.
En las protestas se exige el llamado a elecciones y la destitución de toda la clase dirigente, pedidos que ponen en jaque a la sucesora de Castillo, Dina Boluarte.
Según la Defensoría del Pueblo, el lunes 9 de enero se registraron 17 decesos en enfrentamientos en las inmediaciones del aeropuerto de Juliaca, en la región de Puno, y una persona más perdió la vida en un bloqueo de rutas.
En redes sociales, el organismo le reclamo a las fuerzas del orden hacer “un uso legal, necesario y proporcional de la fuerza”.
También exhortó a la Fiscalía de Perú a poner en marcha una pesquisa que permita esclarecer los hechos.
Por su parte, en Juliaca, una provincia de la sierra sur del Perú, Boluarte declaró: “Salen en protesta de qué, no se entiende qué están pidiendo”.
En esa linea, entendió que los que las movilizaciones y pedidos son un “pretexto para seguir generando el caos”.
Por lo pronto, la Fiscalía peruana investiga a la mandataria por la muerte de 28 personas.