Gobiernos de todo el mundo prevén expresar “alarma y preocupación” por el calentamiento global y llamar a poner fin al uso del carbón para reducir las emisiones de gases, según el proyecto de declaración final de la conferencia sobre clima de la ONU, que se celebra en Glasgow, y que hoy pudo mostrar un logro con el acuerdo China-Estados Unidos para reforzar juntos la tarea en la materia.
El borrador, un texto aún preliminar, también reitera la urgencia de reducir a la mitad las emisiones de gases del efecto invernadero para 2030, pese a que los compromisos asumidos hasta ahora por los países no alcanzan esa meta frecuentemente citada.
En una decisión significativa, el texto urge a los países a “acelerar la reducción progresiva del uso del carbón y de los subsidios a los combustibles fósiles”, aunque no habla de manera explícita de poner fin a la utilización de petróleo o gas.
En paralelo, la cumbre tuvo hoy una sorpresa: el anuncio de un acuerdo Beijing-Washington -principales emisores de gases- para un trabajo conjunto contra el cambio climático que, aunque no fija metas en números, pone al frente de una lucha en común a ambos países, distanciados por otras varias cuestiones geopolíticas.