El Ejército de Israel abatió a Hassan Nasrallah, de 64 años, el líder del grupo terrorista Hezbollah, en un ataque a Beirut, el viernes,
En las últimas dos semanas Israel mató a todos los altos mandos de la agrupación chiíta patrocinada por el régimen teocrático de Irán. De la estructura jerárquica de Hezbollah sólo estaría vivo Abu Ali Rida, tercero en la línea de mando.
El deceso de Nasrallah, quien durante 32 años fue secretario general de Hezbollah, fue confirmado por el grupo terrorista.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) publicaron en su cuenta oficial de X: “Hassan Nasrallah ya no podrá aterrorizar al mundo”.
Además, aseguraron que también abatieron a Ali Karake, identificado como comandante del frente sur de Hezbollah, junto con un número “no especificado” de dirigentes.
En el mismo comunicado, indicaron Nasrallah tomaba decisiones “como líder estratégico de la organización” y que fue responsable de la muerte de muchos civiles y soldados israelíes, así como de “la planificación y ejecución de miles de actividades terroristas” en todo el mundo, en las que fallecieron ciudadanos de diversas nacionalidades.
Desde el 8 de octubre de 2023, cuando Hezbollah se unió a Hamas y comenzó a lazar cohetes contra las poblaciones del norte de Israel, Tel Aviv dio inicio a una planificada ofensiva para eliminar uno por uno a sus máximos comandantes, sabiendo e interfiriendo sus comunicaciones.
Los enfrentamientos entre Hezbollah e Israel escalaron recientemente después de que el país anunciara la expansión de su ofensiva contra Hamás hacia el Líbano.
No es la primera vez que Israel elimina a un jefe de Hezbollah. En 1992 mató a Abbas al-Musawi, fundador de la organización, quien fue sucedido por Nasrallah.
Esta vez, la cadena de mando quedó destruida, sus comunicaciones desarticuladas y su interlocución con Irán debilitada.