El mercado del petróleo está en un momento de alta volatilidad debido a las tensiones geopolíticas en Medio Oriente; especialmente, tras el ataque con misiles balísticos a Israel perpetrado por Irán, el pasado 1 de octubre.
La posible respuesta a esa agresión generó un aumento en el precio del crudo.
El barril Brent, de referencia en Argentina, subió un 1,24%, alcanzando los 78,58 dólares.
Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI), referencia en el mercado estadounidense, subió un 1,30%, ubicándose en 74,67 dólares.
El alza refleja la incertidumbre en torno a las acciones que podría motorizar Israel, y se produjo en el marco de una recuperación parcial, tras una caída reciente por la debilidad en el crecimiento económico global y una oferta de petróleo que excedía la demanda.
Uno de los mayores factores de riesgo para el mercado es la posibilidad de que Israel responda arremetiendo contra refinerías o terminales exportadoras de petróleo iraníes.
Estados Unidos está debatiendo si apoyaría los ataques de Israel contra instalaciones petroleras de Irán como represalia por el ataque con misiles de Teherán, mientras que el ejército israelí golpeó Beirut con nuevos bombardeos contra instalaciones del grupo terrorista libanés Hezbollah.
Las preocupaciones sobre el suministro de petróleo que hicieron subir los precios a principios de la semana se atenuaron por la capacidad de producción excedente de la OPEP y por el hecho de que los suministros mundiales no se interrumpieron pese a la crisis.