Las protestas en Bolivia por parte de los seguidores del expresidente Evo Morales (2006-2019) cumplieron una semana y se agrava el desabastecimiento de alimentos y combustible.
Por el momento, no se avizora una solución para el conflicto y siguen los bloqueos de rutas por parte de personas que exigen la renuncia de los jueces que inhabilitaron al dirigente como candidato presidencial para 2025.
La tensión por los cortes se da en el marco del enfrentamiento entre Morales y el presidente Luis Arce, su antiguo aliado y ministro de Economía, a quien los seguidores del ex mandatario acusan de “boicotear” su candidatura con la ayuda de legisladores y jueces.
Ambos fueron proclamados por sus seguidores como candidatos a la presidencia en 2025.
Las protestas, que comenzaron en ocho tramos viales, fueron en aumento. Los manifestantes, encabezados por los cocaleros, obstruyen el paso con troncos, piedras, neumáticos y fogatas. Treinta y dos policías resultaron ya heridos en los choques con los campesinos y oficialmente se reportaron 11 detenidos. Además, dos personas que murieron varadas en los cortes que incomunicaron el oriente con el occidente del país.
Las ciudades más afectadas por el desabastecimiento de productos son La Paz, sede de Gobierno, Cochabamba y Santa Cruz, zona productora y motor económico del país.