La infraestructura tecnológica necesaria para poder competir en el mercado actual implica una inversión que muchas empresas medianas y pequeñas no están en condiciones de afrontar. Es en este marco que algunos empresarios eligen utilizar el leasing (alquiler con opción a compra) como una forma de financiamiento de productos informáticos.
En este contexto, y teniendo en cuenta que el sistema bancario no ofrece demasiadas alternativas para el sector, el leasing bien puede ser una solución para equiparse y competir, con una serie de ventajas impositivas y sin tener que inmovilizar el capital de trabajo. Pero lo que en general no se sabe es que el sistema de leasing también sirve para adquirir las licencias de software, según explicó Alberto Beunza, director de CGM Leasing, una compañía especializada en este tipo de herramientas.
– ¿Cómo funciona el sistema de leasing para este tipo de productos no tangibles?
– Para adquirir este tipo de intangibles, el sistema funciona de la misma manera que para adquirir productos tan concretos como un monitor. En la operación de leasing participan tres actores: el “dador”, que posee el bien y brinda la posibilidad de su uso; el “tomador”, que es quien lo va a utilizar mediante un acuerdo contractual, pagando una serie de cánones y con la opción de adquirirlo, y el “proveedor”, a quien también se llama “vendor", que es quien lo suministra.
– ¿Cómo es el procedimiento en la práctica?
– Por ejemplo, una empresa que otorga bienes y servicios en leasing (dador) adquiere la licencia de un software determinado y la alquila a otra (tomador) para que lo utilice. Pero además, también le brinda la posibilidad de comprarlo.
De esta forma, el tomador puede utilizar el software pagando un alquiler, pero si luego lo decide, también puede adquirirlo tomando en cuenta los pagos ya realizados.
– ¿Y cuáles son las ventajas de utilizar un software a través de leasing?
– Que puede elegir el proveedor que le parezca más adecuado sin detenerse en el precio de venta, y permite utilizar el software como si fuera de su propiedad. Además, si luego de un tiempo determinado de uso decide no adquirirlo (ya sea porque al utilizarlo comprobó que no le resulta efectivo, o porque salió al mercado un sistema nuevo, por ejemplo), puede pactar con su dador para que le suministre otra solución en un contrato de leasing. Esta puede ser diferente o similar a la primera, pero más moderna.
De esta manera, este sistema permite incrementar el potencial productivo y mejorar la competitividad, contando con soluciones actualizadas y evitando el riesgo de adquirir un software que se torne obsoleto, cosa que con la tecnología sucede continuamente. También puede mejorar la posición financiera, contable e impositiva, minimizando el impacto fiscal y economizando la inversión inicial. Pero además, hay una serie de ventajas financieras como que se le financia el 100 por ciento de la solución; que puede acceder a las últimas versiones sin inmovilizar su capital de trabajo; puede diferir el IVA y mejorar sus índices de endeudamiento y liquidez.
– ¿Qué tipo de leasing se recomienda para las empresas medianas y pequeñas?
– Una de las opciones del mercado es el Leasing Operativo, que ofrece un contrato de corto plazo, con la opción de adquirir o renovar el software al finalizar el plazo contractual. En este sistema, los cánones son de bajo valor porque las partes no tienen la intención de ejercer la opci