ESCUCHAREl 90 % de las personas que cometieron delitos contra la integridad sexual son reincidentes. En tanto, el 20 % de los condenados que están detenidos en el penal provincial Almafuerte de Mendoza fue privado de su libertad acusado de violación.
Las cifras parecen preocupar a los legisladores mendocinos, que advierten respecto de la necesidad de modificar el Código Penal y abrir un debate nacional para analizar esta problemática.
Entre los cambios, el senador justicialista Miguel Serralta propuso la creación de un Registro Nacional de Violadores y la utilización de prácticas menos ortodoxas, como son la castración química o quirúrgica. Para analizar esta cuestión, Comercio y Justicia dialogó con el legislador que impulsa la iniciativa.
– ¿Han crecido los delitos sexuales en Mendoza? ¿Qué motivó la reapertura del debate sobre este tema?
– Sí, en nuestra provincia han crecido este tipo de hechos, pero también han aumentado en el resto de las provincias argentinas. Hay que recordar que si bien Mendoza se puso en marcha el primer Registro de Violadores, allá por el 2007, éste todavía no está funcionando al 100 % y sabemos que todavía resta mucho por hacer. Desde mi punto de vista necesitamos que el Registro que tenemos en nuestra provincia se haga extensivo a todo el país, porque constituye un material muy importante para fiscales o policías que están investigando delitos de esta naturaleza.
– ¿Qué resultados ha dado en su provincia el Registro?
– Ha dado un buen resultado. Hoy está en manos del Poder Judicial y puede ser consultado, incluso por otras provincias. De cualquier manera sabemos que no alcanza. Se necesita además que se eleven las penas a quienes cometen delitos sexuales y que, al igual que ocurre en otros países del mundo, se utilice la castración química o quirúrgica para ellos. Es el único recurso que tenemos para evitar que los violadores vuelvan a ultrajar; no hay que olvidar que el 90 % de los que cometen delitos sexuales son reincidentes.
– Pareciera difícil que en nuestro país pudiera aplicarse un castigo de esa naturaleza ¿No lo cree?
– Lo importante es abrir el debate. Yo sostengo que el encierro no corrige la conducta de un violador. Estamos hablando de un delito con un alto porcentaje de reincidencia y la castración es la única alternativa segura. En nuestra provincia para incorporar esta pena podría modificarse la ley 3645 del Régimen Penitenciario, que establece las modalidades de ejecución de las penas. La otra alternativa es incorporar este método dentro del Registro de Defensa de la Integridad Sexual, la base de datos que almacena los patrones genéticos de los condenados. Allí se podría incorporar como pena la castración para todos aquellos que son incluidos en el registro. Todas estas son opciones, lo importante es comenzar evaluarlas, debatirlas y actuar en función de lo que está ocurriendo.
