“La realidad social y económica de los médicos, lamentablemente, no ha cambiado significativamente. Subsisten las profundas postergaciones salariales; persiste la existencia de contratos leoninos, sigue habiendo sobreocupación y hay discriminaciones legales que favorecen la ‘industria’ del juicio”. Así trazó el actual panorama de los galenos, en el marco del Día del Médico, el presidente del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba (CMPC), Mario Daniel Fernández.
“Para cambiar esa realidad, estamos convencidos de que hay un solo e irremplazable protagonista: los propios médicos, en unidad, solidaridad y organización, asumiendo estas actitudes como valores fundamentales”, destacó el recientemente ratificado titular de la entidad profesional.
Si bien aclaró que ese objetivo los excede como institución, porque el Consejo controla y no agremia, sostuvo que alientan “la dimensión de compromiso colectivo”, porque ningún problema o situación vinculada a la medicina y a la salud puede serle ajena a la entidad.
“Para que los colegas no queden en la indefensión, el Consejo brinda el servicio de asesoramiento gratuito ante problemas laborales, a través de un estudio jurídico de especialistas en el tema”, detalló.
Individualismo
Para el dirigente profesional, el individualismo en el accionar médico dificulta la acción colectiva que deberían ejercer los médicos en busca de mejorar sus propias condiciones laborales.
“Los modelos económicos hegemónicos desde fines del siglo pasado han impuesto el individualismo, que nos hace creer que zafar de esas condiciones adversas es una tarea individual. Una gran ilusión óptica, que a través de largos años atentó contra el sentido de la unidad como fuerza de cambio; que impidió la organización, especialmente aquélla vinculada con la defensa de nuestros derechos y despojó de valor a la acción solidaria”, reflexionó.
Finalmente, el dirigente hizo un llamado a sus colegas y sostuvo que, para cambiar la realidad profesional, el único camino es que cada uno se asuma como protagonista de ello. “Lamentablemente, la lectura de una empecinada y duradera realidad nos dice que estamos atrapados en ese laberinto del individualismo. Chocamos una y otra vez contra el mismo muro. Y, sin embargo, y como siempre, la clave está en nosotros mismos. Sin lucha colectiva, nos convertimos en hacedores resignados de esa realidad que es preciso cambiar. Las luchas no se libran en soledad”.