El ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, se manifestó ayer en Córdoba a favor de un “shock de liquidez” en la economía nacional, propiciado por los fondos acumulados por los bancos. El economista desestimó, asimismo, la posibilidad de un default del país en los próximos años, calculó que en el tercer trimestre de 2009 la economía argentina superará el “amesetamiento” y tendrá “un leve crecimiento” y destacó la acción gubernamental que permitió, en mayo, reducir la fuga de capitales.
El ex titular del Central participó ayer de un ciclo de conferencias organizado por la Acción Social de Empresarios (ASE) y auspiciado por Medifé. Allí desgranó la que sería, según su opinión, la agenda de problemas económicos que deberán afrontar gobierno y oposición tras las elecciones del 28 de junio.
Dentro de esa agenda, Pignanelli incluyó “el problema del crédito y la tasa de interés”. Según explicó, este año en Argentina el crédito representa 9% del PBI, mientras que en 2008 alcanzó a 12% y en la década pasada a 28%. Por su parte, en Chile representa 75%, en Brasil 60%, en Europa 140% y en China 170%. “El financiamiento al sector privado no existe y es una cuesión de Estado que hay que replantearse”, expresó.
El economista consideró además que en el país se produce actualmente una “paradoja”: los bancos están muy líquidos pero no prestan fondos, por lo que acumulan 30 mil millones de pesos que no vuelcan al sector privado. “Hay que generar un shock de liquidez, porque no puede ser que los bancos estén llenos de plata y el pueblo y las empresas no puedan acceder a un préstamo. Ninguna economía se puede recuperar si el crédito cuesta 28% ó 30% anual”, opinó.
Pignanelli consignó también dentro de su agenda postelectoral el pago de la deuda externa. Sobre este punto consideró que “no hay ninguna posibilidad de que el país vaya a un nuevo default” y opinó que los canjes de bonos efectuados por el gobierno permitieron “una cosa muy importante”:?pasar de dólares a pesos el 60% de la deuda. “Los vencimientos que quedaron para 2009 son totalmente pagables, 4.200 millones en dólares y 2.800 millones en pesos”, indicó.
El nivel de actividad fue otro de los problemas puntualizados por el economista. “A pesar de lo que dice el Gobierno, y a pesar mío, el país está en recesión”, explicó, por una caída del PBI de entre 2% y 3% durante el último trimestre de 2008 y el primero de 2009. “Actualmente se está dando un amesetamiento, y en el tercer trimestre puede empezar un tenue crecimiento, similar al que esperamos para el mundo”, proyectó Pignanelli.
La fuga de capitales también será una cuestión pendiente tras el 28 de junio. Sobre este punto Pignanelli indicó que en los últimos 12 meses se fueron del país 25 mil millones de dólares. Consideró que el mercado utiliza actualmente el superávit comercial del país -8.000 millones de dólares en lo que va de 2009, según sus cálculos- para financiar la fuga. “A través de la Secretaría de Comercio Interior se están poniendo fuertes trabas a las importaciones y al giro de dividendos al exterior, y eso provocó que en mayo la salida de capitales bajara levemente”, opinó el ex titular del Central.