ESCUCHARMarzo marcó el punto de inicio de las negociaciones salariales de este año en el sector privado, un proceso que tendrá su mayor intensidad antes de julio. De paso por Córdoba, el vicepresidente y abogado de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, estimó que las expectativas de subas salariales no deberían superar la inflación de 2009 –que la entidad calculó en 15%– y aseguró que la entidad espera “firmar convenios por un año” y no recurrir a “acuerdos puente” de pocos meses. El dirigente reclamó también la intervención del Gobierno nacional para lograr “acuerdos básicos” y frenar “la espiralización de las expectativas económicas y políticas”.
Funes de Rioja trabaja en el ámbito del derecho laboral, defendiendo los intereses empresariales desde hace casi 40 años. Ayer visitó la capital provincial invitado por la Unión Industrial de Córdoba, para disertar sobre el escenario de negociaciones salariales en 2010, conflictividad y riesgos de trabajo.
El abogado consideró que “el núcleo duro de la negociación salarial en el país se dará entre marzo y junio” y, en ese marco, reclamó un debate “racional, moderado y prudente que, por lo menos en el sector privado, se enmarque en criterios de previsibilidad para ambas partes”. El dirigente señaló que los empresarios pretenden “moderación” en los reclamos, “para no perder horas de trabajo ahora que está habiendo recuperación de la producción”.
En ese marco, y compartiendo lo señalado por el presidente de la UIA, Funes de Rioja anticipó que los industriales prevén subas salariales no superiores a la inflación registrada el año pasado. Puesto que los aumentos de precios dependen de la medición que se considere –de una consultora privada, de los gobiernos provinciales o del Indec–, el empresario no arriesgó una cifra ante la prensa, pero en su conferencia utilizó el cálculo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, quien ubicó en 14,8% la inflación minorista del año pasado.
El industrial se mostró en contra de las previsiones de aumentos de hasta 30% que se lanzan desde ámbitos sindicales porque, según interpretó, “hay que tener cuidado con realimentar esas expectativas porque se termina deformando la realidad y los únicos perjudicados son los trabajadores y la producción”.
En ese marco aclaró que la aspiración de los empresarios de la UIA “es firmar convenios por un año. Si luego hay deformaciones y distorsiones, bien, entonces nos sentaremos y hablaremos, pero no podemos hacer acuerdos por 2 ó 3 meses, pues sería ilógico e implicaría empujar expectativas que no queremos”. Pidió además a industriales y trabajadores “no largar cifras”, ni “hacer remates por la prensa, porque se termina afectando la verdadera capacidad de negociación de las partes”.
Por último, se mostró a favor de acuerdos salariales que contemplen la realidad de cada sector. “Hoy, a diferencia de años anteriores, no todas las realidades son iguales, no todos los sectores están saliendo de la crisis económica de la misma manera ni están accediendo a los mismos mercados. Por ende, creo que no hay un zapato que les venga bien a todos”, analizó el abogado, quien también pidió incorporar a las negociaciones “los temas de la productividad y de la competitividad, porque complementan como contrapartida
