Los precios de los commodities alimentarias registraron en los últimos meses valores récord y la renta, más allá del impuesto a las exportaciones, generó desde hace un tiempo a esta parte la atención de los inversores en torno a potenciales negocios en el campo.
En ese marco, Córdoba Bursátil, la sociedad anónima estatal, apostó ya desde el año 2006 a acercar posibles inversionistas a un nicho con probada rentabilidad a través de los fideicomisos financieros agrícolas, cuya primera emisión ya generó importantes dividendos.
Y la apuesta parece redoblarse pese a la situación de los últimos días en torno al conflicto con los productores y en un marco de fuerte controversia sobre el desembarco de nuevos jugadores, muchos extranjeros, que “distorsionan los precios de campos y se roban la rentabilidad del sector”, según denuncian desde Federación Agraria, una de las entidades que nuclean a los hombres de campo.
“Esto no es un pool de siembra. Yo he sentido críticas que hablan de capitales internacionales de dudosa procedencia. Nada más alejado. Buscamos que la renta que está obteniendo el campo venga a la gente que no tiene la posibilidad de tener un campo y que con un aporte mínimo pueda ingresar”, señala Mario Lamberghini, presidente de Córdoba Bursátil.
Es que la Sociedad de Bolsa acaba de lanzar el Córdoba Dos, el fideicomiso financiero agrícola que apunta a arrendar y explotar 85 mil hectáreas en diferentes puntos del sudeste provincial.
“Al Córdoba Dos pueden ingresar ahorristas con un capital mínimo de mil dólares”, aclaró, al tiempo que recordó que en el Córdoba Uno, el 95 por ciento de los inversores ingresaron con un capital inferior a los 30 mil dólares.
La rentabilidad superior a la esperada del primer fideicomiso y la expectativa por el nuevo instrumento, alientan buenas perspectivas para la sociedad, que ya piensa en nuevas herramientas a futuro.
“Córdoba Bursátil nació en 1995 como agente de Bolsa del Gobierno provincial. Luego, en 1998 toma a su cargo la administración del fideicomiso para el recupero de créditos en mora del ex Banco Social”, recordó Lamberghini.
Pero fue recién en 2004 cuando, a poco de asumir en la presidencia de la sociedad, Lamberghini resuelve dar un paso adelante y avanzar en el diseño de herramientas que permitan el desarrollo de la entidad. “Desde 2004 nos empezamos a capacitar. Comenzamos a hacer otras cosas. Nos especializamos, nos capacitamos y salimos con estos fideicomisos”, rememoró.
El primer instrumento fue el emitido por la Municipalidad de Marcos Juárez. “Fue algo totalmente innovador, porque el pueblo ponía plata a una tasa de interes de 12% anual en pesos por dos millones y medio de pesos y se hicieron obras públicas para el pueblo. Fue premiado por el Senado de la Nación como un instrumento de financiación inédito”.
“Salimos a fines de 2006 con el Córdoba Uno. Es el primer fideicomiso financiero agrícola con oferta pública y autorizado por al Bolsa de Comercio de Córdoba que quiere decir que está autorizado para ofrecerse al público en general, no como los pool de siembra. Nosotros tenemos autorización para hacer oferta pública y para cotizar en la Bolsa lo que le da más transparencia en cuanto al dinero que se tiene invertido”, explicó.
“En definitiva, es un fondo de inversión directa en donde todos ponen desde mil dólares en adelante. Eran 4,2 millones de dólares y eso hace fuerza en la negociación. Vos con mil dólares no