Beni Jakob es uruguayo y psicólogo pero desde hace un tiempo vive y da clases en Israel. Viaja por todo el mundo brindando conferencias y exponiendo una teoría crítica sobre la utilidad del sistema penal tal cual se concibe hoy. Cambiar el paradigma y comprender que puede existir otra manera de resolver los conflictos es la tarea que se ha impuesto este profesional que comenzó su gira en Sudámerica y estuvo de visita en Córdoba. Comercio y Justicia dialogó con él.
– ¿Qué lo llevó a buscar métodos alternativos de resolver conflictos?
– Yo notaba que el sistema penal no estaba dando las soluciones que la sociedad espera. Así como están dadas las cosas, nadie gana; más bien todos perdemos, pierde la víctima, pierde el Estado. Perdemos desde el punto de vista de la salud mental, perdemos desde el punto de vista económico, porque sabemos que las cárceles son muy caras y el índice de reincidencia es muy alto. Todo ello me hizo pensar que había que encontrar otra solución y allí apareció la justicia restaurativa.
– ¿Qué es la justicia restaurativa según su perspectiva?
– Yo la entiendo como un movimiento social que debe funcionar dentro de la justicia como algo complementario. La justicia restaurativa no busca quién tiene la culpa sino cuál fue el daño hecho a personas concretas y la manera de reparar ese daño. Por otro lado, se pretende también que la persona que hizo el daño rinda cuentas.
– ¿Dónde se está aplicando la justicia restaurativa y qué resultados ha tenido?
– Se viene aplicando en la Unión Europea, Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña, y los resultados son altamente positivos. Tenemos estadísticas del Reino Unido de hace un mes que indican que cuando se hacen reuniones de justicia restaurativa hay una disminución de 27% de reincidencia de los delitos cometidos, incluidos crímenes graves. Además, sabemos que más de 80 % de las víctimas que han pasado por estos procesos están muy satisfechas con este método de resolución de conflictos y lo recomendarían a otras víctimas y en la gran mayoría de los casos las personas damnificadas llegan a acuerdos con sus victimarios. Por otra lado, no hay que olvidar que esto también trae aparejado ahorro económico: en Inglaterra, con lo que cuesta mantener y construir una cárcel se pueden hacer 19 hospitales. Quiere decir que el país está pagando cifras enornes para mantener estas instituciones. Con esto no quiero decir que las cárceles no se necesiten pero la gran mayoría de los detenidos no son psicópatas, una parte sí, y debemos asegurarnos de que la sociedad no sufra por ellos.
-¿Usted habló de delitos graves… también se puede aplicar este método a ese tipo de delitos?
– Para mí la justicia restaurativa sirve principalmente para los delitos graves. En esos casos puntuales puede ser muy eficiente para mejorar la salud mental de los afectados, para disminuir los síntomas postraumáticos y para restaurar los lazos entre los diferentes protagonistas.
– ¿Cuál es la metodología de trabajo que se utiliza?
– En las reuniones hay un coordinador que trabaja como facilitador y lo principal es la participación de los protagonistas. Hay que aclarar que estas reuniones son voluntarias, hay que ser cau