Las nuevas técnicas de investigación de la opinión pública, con programas de inteligencia artificial, y su aplicación a la consultoría política, reflejan los movimientos del “humor social” y del “sentimiento” preelectoral
Por Javier De Pascuale – [email protected]
“La denominada ‘grieta’, lamentablemente no ha disminuido en absoluto. Estamos ante un sube y baja de emociones y sentimientos de la gente, en base a los cambios de la realidad política y social del país, hoy cada vez más divididos entre aquellos que valoran los logros del gobierno de Mauricio Macri y quienes los denostan (sic) y entre quienes valoran la presencia de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) en las candidaturas para las PASO y quienes la critican”.
El concepto pertenece al consultor político José Norte Sosa, especialista cordobés en reputación digital, director de la agencia ReputaciónDigital.info, docente en universidades de Córdoba y España y uno de los referentes en la aplicación de técnicas de big data e inteligencia artificial para la consultoría política.
Se trata de un nuevo territorio en la investigación de la opinión pública, que va más allá de los típicos sondeos o encuestas en los que se le pregunta a una pequeña muestra de la población sobre su inclinación a votar por uno u otro candidato. Por el contrario, estos investigadores, ante las limitaciones (cada vez más visibles) de este tipo de instrumentos, van más allá y buscan manifestaciones del “humor social” en una variedad de espacios virtuales (redes sociales, blogs, páginas, medios digitales, etcétera) en los que los ciudadanos expresan simpatías o antipatías por personas, medidas o políticas y que reflejan con una mayor precisión que una encuesta su disposición a apoyar con su voto a uno u otro candidato en las elecciones.
Una técnica que utiliza boots (programas robots) basados en algoritmos de inteligencia artificial, que recorren una multiplicidad de páginas y plataformas web, elaborando complejas bases de datos sobre las cuales trabajan los expertos para realizar depuraciones de tendencias y elaboración de conclusiones relativas a un producto, una marca, una persona, una medida o “cualquier metadato” que a uno se le ocurra investigar, según lo que explica el especialista Norte Sosa.
“Trabajamos para extraer comentarios, metadatos de políticos, marcas, conceptos. Posteriormente, esos datos son analizados con métodos de la inteligencia artificial. Por ejemplo: Macri genera más de un millón de menciones mensuales en redes sociales, de las cuales entre 60% y 80% son generadas por trolls, a favor y en contra de su figura. Hemos notado que se ha duplicado la actividad de personas que trabajan para incidir en la opinión de otras personas a favor o en contra de Macri o de Cristina. Esto ha generado que se deban limpiar muchos comentarios por el aumento de esos trolls”.
“Sobre los resultados depurados -continúa el experto- que pertenecen genuinamente a personas expresándose, trabajamos para elaborar estudios de reputación digital, de humor social, de sentimiento positivo y negativo”.
Una técnica que permiten los nuevos desarrollos tecnológicos, que supera los cuestionamientos ya clásicos a las encuestas de opinión, por direccionamiento, limitación, margen de error e incluso por la cantidad cada vez mayor de indecisos y de personas que deciden su voto en los últimos días previos a una elección e incluso el mismo día de las votaciones.
Norte Sosa midió el “humor” de la gente en el país, tomando comentarios sobre el presidente Macri y sobre Cristina Fernández. De esos “trackeos” surgieron la semana pasada estas cifras: CFK arrojaba 56% de sentimiento positivo y 44% negativo, sobre 200 mil menciones por redes sociales y medios. Macri, por su parte, daba 48% positivo y 52% negativo.
Hay nuevas formas de analizar la política y los medios. Es el tiempo de la posverdad. Es decir, los medios y la opinión publica generan determinados comentarios (positivos o negativos) ante una realidad. Esos comentarios se reiteran tanto que determinan una tendencia. Si esa información no es debidamente chequeada, termina convirtiéndose en una “nueva verdad”, una posverdad. “Se genera una mentira que se transforma en verdad”, afirma Norte Sosa.
“Nosotros hacemos informes sobre la verdad y la posverdad”, afirma. “A diferencia de la marca, que se puede imponer a través de medios publicitarios, la reputación no está bajo el control absoluto del sujeto o la organización sino que la ‘fabrican’ también el resto de personas cuando conversa y aporta sus opiniones, en las diversas redes sociales y blogs”, explican en la agencia.
“Vivimos en un mundo cambiante, donde la afluencia de datos es incesante. Cada minuto se comparten 280.000 tuits, se envían 240 millones de mensajes de correo electrónico, se hacen 4 millones de búsquedas en Google, se envían 350 mil fotos con WhatsApp… y justo al acabar de escribirlos, estas cifras ya han quedado obsoletas, agrega.
Sin embargo, estos datos -que podrían resultarnos básicos en una campaña electoral o para comunicar por un Gobierno- a menudo no son bien aprovechados. Es lo buscan estas nuevas agencias de big data que, aseguran, ofrecen resultados más confiables que las encuestas tradicionales e incluso con una menor inversión. “Estos estudios son más baratos. Mientras una encuesta tradicional no baja de los 60 mil pesos de costo y puede llegar a 150 mil, un estudio como éste cuesta 40 mil pesos”, revela Norte Sosa.