En tan sólo dos años aumentó 25% el interés de los consumidores de pagar por ver contenidos en cualquier dispositivo, lo que muestra una mayor disposición por tener “acceso en cualquier lugar”. A escala mundial hay apenas dos puntos porcentuales de diferencia en términos de consumo semanal.
El consumo de contenidos audiovisuales a través del streaming a escala global se está equiparando al de la televisión tradicional, según el reporte anual sobre medios realizado por una empresa privada.
De la última versión del estudio anual de ConsumerLab TV & Media, de Ericsson, se desprende que en el mundo, en la actualidad el video en streaming se consume ya casi tanto como la televisión tradicional. Esto es, 75 por ciento de los espectadores mira contenidos en streaming varias veces por semana, y 77 por ciento todavía elige ver la programación pautada y fija de televisión abierta con la misma periodicidad.
Además, el informe muestra que al menos uno de cada cinco espectadores (19 por ciento) está dispuesto a pagar por acceder a su contenido favorito en cualesquiera dispositivo y horario (on demand).
Los resultados, basados en más de 23 mil personas de 23 países, mostraron que los diversos cambios en el comportamiento de los usuarios continúan siendo los precursores de la transformación de la industria multimedia y de la televisión.
Pero las preferencias de los encuestados también develan modificaciones en las formas de consumo: 48 por ciento de los espectadores que se desplazaron a servicios de suscripción de contenidos on demand afirma que le gustaría ver una serie completa de una sola vez.
Julia Casagrande, especialista de ConsumerLab Latinoamérica, afirmó: “La investigación muestra que 56% de los que actualmente pagan por video bajo demanda prefiere ver todos los episodios de una serie de televisión que esté disponible de una sola vez, cuando ellos quieran o puedan, en comparación con el 45% que no paga por dichos servicios. Esto demuestra el impacto que ha tenido esta nueva entrega de contenido en el comportamiento del consumidor y los requisitos actuales”.
Y agrega: “Hay diferentes maneras de ver múltiples episodios de un contenido: algunos espectadores no descubren una serie de televisión hasta mediados de la temporada, por lo que van a ver muchos episodios uno tras otro para ponerse al día antes de que termine la que se transmite actualmente. Otros prefieren ver toda una temporada a su propio ritmo, lo que significa que tienen que esperar hasta que ésta se encuentre completa y disponible”.
El estudio revela, además, un aumento en la cantidad de tiempo dedicado a ver contenidos a través de teléfonos inteligentes y tabletas. También muestra que los canales tradicionales y los de TV paga son vistos por muchos como “depósitos” de los cuales los consumidores “eligen o detectan” partes individuales de contenido para verlos posteriormente, utilizando su grabadora de video digital (DVR).
En este marco, la funcionalidad DVR ha desarrollado también el posicionamiento cada vez más alto del binge viewing (ver varios capítulos uno tras otro), que comenzó con la llegada de los paquetes especiales de series de televisión y secuelas de películas, lo cual marca un fuerte contraste con la experiencia que se tiene de la televisión tradicional, en la cual se debe esperar una semana para ver un nuevo episodio de nuestro programa favorito.
Por último, Casagrande concluyó: “Los resultados del estudio son claros, las compañías de medios necesitan replantear cómo crear y distribuir contenidos, mientras que el enfoque de los proveedores de servicios de televisión debe ser la entrega de la más alta calidad posible para los espectadores, sin importar el dispositivo en que se encuentren viendo. El entorno está cambiando rápidamente y los modelos de negocio y de entrega tendrán que mantenerse al día con estos cambios para que puedan seguir ofreciendo un valor agregado y percibido a los consumidores”.