El nuevo titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, evalúa impulsar una nueva reforma de la Ley Penal Tributaria a fin de endurecer los castigos que recaen sobre los evasores. De esta manera, se complementaría el blanqueo de capitales y la moratoria al dejar en claro que quienes no se adhieran a la iniciativa oficial podrán ser severamente castigados.
El marco legal vigente establece que la evasión simple podrá ser reprimida con prisión de dos a seis años siempre que el monto evadido supere los 100.000 pesos.
De tratarse de un caso de evasión agravada, la pena se ubica entre tres años y seis meses a nueve años de prisión. Para este caso, la evasión debe superar el millón de pesos.
En la entidad, según precisó el diario El Cronista, reconocieron que a pesar de la creación de los fueros tributarios, el accionar de la Justicia deja mucho que desear en materia impositiva y que parte del magro desempeño en el castigo al evasor se debe a la falta de herramientas legales para llevar a cabo un sistema adecuado de premios y castigos.
En promedio, en los últimos tres años sólo fueron condenadas cerca de 30 personas por delitos impositivos.
La AFIP lleva adelante unas 45.000 investigaciones por año en materia impositiva y 10.000 en cuestiones aduaneras. Las denuncias penales tributarias llegan a los $600.000 millones por año.