Cara a cara, ambos candidatos expusieron las ideas centrales de sus plataformas de gobierno. Además, cruzaron chicanas e intentaron acorralar al adversario, sin demasiado éxito. Con más exposición que diálogo, dos posibles modelos de país quedaron delineados de cara al balotaje.
Puntual, sobrio, correcto, con buen comportamiento de los “contendientes”, con respeto mutuo, más allá de alguna lógica chicana. Así se desarrolló anoche el primer debate de la historia argentina entre dos candidatos a presidente.
El encargado de abrir la discusión fue Mauricio Macri, de Cambiemos, buscando hacerlo en un tono coloquial y directo. “Yo te quiero hablar a vos, que estás en tu casa”, lanzó el candidato, prometiendo un país en el que “todos nos vamos a sentir un poco mejor”.
Sin abundar en detalles, repitió su consigna de “pobreza cero”, asegurando que lo logrará “poniendo en marcha a la Argentina, que no crece desde hace cuatro años”. Dijo que trabajará “cuidando las pymes y las empresas, que son las grandes generadoras de trabajo”, y rescató el desafío de crecer.
Daniel Scioli, el candidato del Frente para la Victoria, se dirigió a las familias y les agradeció el acompañamiento, invitándolas a “decidir entre dos caminos”. Descartó cualquier tipo de “enemistad personal” con su contrincante, pero destacó que “las ideas, decisiones y propuestas” son muy diferentes.
Más exposición que diálogo
En el intercambio de preguntas se manifestó algo que se repetiría durante todo el proceso.
Quien preguntaba en realidad no lo hacía, sino que intentaba remarcar puntos flacos de su adversario. Y el preguntado, lejos de abordar esta “chicana”, lo que hacía sistemáticamente era avanzar con más detalles de su exposición.
En esa tónica, el primer eje -el económico- planteó a un candidato opositor insistiendo con el crecimiento y aun oficialista pidiéndole explicaciones por el ajuste que sobrevendrá con una devaluación (ver Scioli apuntó contra el ajuste…).
Educación e infancia
El segundo eje fue el de calidad educativa e infancia. Le tocó a Scioli exponer para hacer una categórica defensa de la educación pública y la presencia del Estado. Le recordó a su contrincante su “sistemática oposición a la apertura de nuevas universidades públicas y a la inversión en ciencia”. Propuso una orientación de la educación hacia el mundo del trabajo y destacó los logros del Estado en los últimos 12 años.
A su turno, Macri expuso sus lineamientos en la materia y propuso planes de acompañamiento de la primera infancia, a partir de los 45 días de vida. “Ahí es donde se marca el desarrollo”, dijo. En tal sentido, propuso llevar la experiencia de la ciudad de Buenos Aires al resto del país. Insistió con lo hecho en su ciudad, y prometió que su reforma educativa permitirá “que nuestros chicos aprendan los trabajos del mañana y que también inventen nuevos”. En ese marco, se comprometió a que Argentina alcance “la mejor educación pública de toda América Latina”.
Seguridad y Derechos Humanos
Al momento de abordar la temática de Seguridad y Derechos Humanos, Scioli se centró en la “prevención y en la inversión en recursos humanos y en tecnología”. Pero volvió a insistir en las consecuencias de una eventual devaluación: “Cuando hay endeudamiento y disminución de empleo, lo que genera es desigualdad, que promueve la violencia”. Así, insistió en la necesidad de “cuidar el trabajo”.
No obstante, habló de “tolerancia cero al narcotráfico”, radarización y “blindaje” de las fronteras.
El candidato de la Alianza Cambiemos apuntó a la sensibilidad social en relación con la inseguridad. “Nos preocupa cuando nuestros hijos salen de noche y vivimos detrás de rejas”, dijo, proponiendo “volver a recuperar una Argentina de la tranquilidad y la paz”.
En esta materia, disparó contra la actual gestión acusándola de “diez años de complicidad, al haber negado la situación”. Y remató diciendo: “Creo que hay que hacerlo con más inteligencia que músculo”.
Fortalecimiento democrático
Macri se recostó sobre el argumento del trabajo en equipo. “No existen personas infalibles que tengan todas las soluciones. Pero yo tengo la confianza de poder armar el mejor equipo, convocando a los más destacados hombres del país para mejorar la calidad democrática”.
Habló de un sistema electoral “transparente y organizado por un organismo independiente”, e insistió con los mecanismos electrónicos para el voto. Pidió que se investigue a los funcionaros públicos y que se respete el empleo público, sin usarlo como “aguantadero de la política”.
Daniel Scioli se enfocó en defender la presencia del Estado. Propuso la sanción de “una nueva ley de coparticipación que no funcione sacándole a una provincia para darle a otra”, y pidió que como Nación “no volvamos a ponernos de rodillas frente al juez Griesa o el FMI”.
Acusó a Macri de “copiar y pegar” sus propuestas para el norte argentino, acusándolo de haber descubierto esa parte del país en los últimos tiempos. También destacó los avances en materia de previsión social y recordó que el PRO “se opuso a la recuperación de los fondos de la Anses”. Recordó además los avances en relación con los juicios de los crímenes de la dictadura, y prometió continuar “el camino de la búsqueda de la verdad”.
Mensaje final, momento emotivo
Previsiblemente, el último bloque fue en el que más se notó la preparación previa, cuando ambos candidatos tuvieron la oportunidad de dar su mensaje final. “Hace tiempo que me decidí a soñar”, dijo Macri, recordando su paso exitoso por Boca Juniors y su gestión al frente de la capital argentina. “Y ahora estamos por empezar esta etapa maravillosa buscando llegar a esa Argentina que soñamos”, insistió. Además, recordó que luego de las elecciones del 25 de octubre sintió “una gran fuerza con la que nos dimos cuenta de que se podía soñar”, para lo cual convocó: “Es ahora el momento de hacerlo”.
Se comprometió a ser un presidente “que hable menos y escuche más, que haga conferencias de prensa y no cadenas nacionales, que entienda el trabajo en equipo y no el personalismo”. Cerró pidiéndole a los votantes que lo acompañen el 22 de noviembre. “Es un desafío que tenemos que hacer juntos”, dijo.
Scioli fue por el mismo camino al intentar marcar las diferencias, tal como lo hizo en varios momentos de sus intervenciones. Recordó el escenario de los “escenarios que ofrece el balotaje”. Dijo que “hay dos caminos: uno de cara al futuro y hacia la agenda del desarrollo, y otro que busca cambiar el trabajo por el ajuste”.
Dirigiéndose a la cámara, señaló: “Yo te tengo que defender, compañero trabajador, con vos tengo esta responsabilidad moral e institucional”.
Sobre el debate, dijo que “fue una oportunidad para sincerar esta situación real de las alternativas que se están poniendo en juego”. A partir de allí convocó “a votar en favor del país, para que los argentinos vayan por su victoria”, remató.
Toques de adrenalina
Aunque ambos candidatos privilegiaron el trato cordial y el respeto, hubo espacio para las chicanas y los cruces, con algunos picos de voltaje.
– “Hay un gobierno que termina el 10 de diciembre y otro que comenzaré yo con total responsabilidad”, respondió Scioli cuando Macri lo punzaba con algunas deficiencias de la actual gestión.
– “Coincido con vos, Daniel”, dijo Macri cuando el bonaerense abordó la temática del narcotráfico.
– “La gente es inteligente y nos estás subestimando, Mauricio. Se dan cuenta de las contradicciones de aquellos que ayer estuvieron en contra de todo lo que ahora nos dicen que estarán a favor”, disparó Scioli.
– “Ahora entiendo a los periodistas”, le dijo Macri a Scioli. “No hay ninguna chance de que contestes las preguntas”.