ESCUCHAREn la conmemoración de su día, un repaso por el camino transitado por las cooperativas de consumo en Argentina. Desde hace 110 años, el antimodelo del retail tiene en el país una expresión y una tradición contundentes.
Se conmemoró anteayer 15 de marzo el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores, efeméride que fue instaurada en 1983 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para recordar los derechos que asisten a todas las personas como usuarios y consumidores.
Esta fecha recuerda el discurso que también un 15 de marzo, en este caso de 1962, pronunció el presidente de EEUU, John F. Kennedy, ante el Congreso de su país, en el que se consideró, por primera vez, al consumidor como un elemento fundamental dentro del proceso productivo. Se reconoció su relevancia política y se instó a las instituciones a tomar medidas para proteger sus derechos.
Con la declaración de las ‘Directrices para la Protección de los Consumidores’ de la ONU se reconocen estos derechos a escala internacional, aunque ya eran varios los países que habían instaurado este derecho en sus regímenes legales. En Argentina habrá que esperar hasta 1993 para que los derechos de los consumidores tengan su propia ley, la 24240, aunque antes, en 1986, los cordobeses logramos incorporarlo a la Constitución provincial en el artículo 29, como parte del capítulo de Derechos Sociales reconocidos en el Estado.
En el país son muchos los consumidores organizados en diferentes instancias, que bregan por el cumplimiento de sus derechos. Sin embargo, Argentina se destaca desde hace 110 años por albergar fuertes instituciones de consumidores organizados en cooperativas. Desde 1905, fundación de la protocooperativa que luego sería El Hogar Obrero, el cooperativismo de consumo argentino logró marcar camino internacional.
Hoy, más de un millón de personas están asociadas en nuestro país a una de las cooperativas de consumo más grandes del continente. En la misma línea que El Hogar Obrero -que llegó a representar cerca de 20 por ciento del supermercadismo hasta su caída en los años 90, cuando ingresaron las grandes cadenas multinacionales que todavía dominan el mercado-, administran supermercados. Más de un centenar.
Mientras la organización Consumers International reclama el establecimiento de una convención global que asegure complementar el derecho a la comida con el acceso a una alimentación saludable, el cooperativismo argentino tiene un fuerte compromiso con esa consigna.
Esa organización internacional, creada en 1960 y que actualmente congrega más de 250 asociaciones de consumidores de 120 países, es la única voz global e independiente que hace campañas a favor de los consumidores, de acuerdo con información publicada en Familia Cooperativa, editada por la Cooperativa Obrera.
En su Estrategia 2020, Consumers International invita a imaginar un mundo donde las personas sean tan poderosas como los gobiernos y las empresas con las que interactúan, un mercado global donde los consumidores tengan el poder de desafiar y ganarles a las prácticas empresariales injustas, inseguras y no éticas.
En Argentina
Las cooperativas de consumo son organizaciones cuyo fin es facilitar a los consumidores mejor precio, calidad, servicio, seguridad e información veraz, por ejemplo, mediante la compra conjunta de determinados productos o de la prestación de servicios personales.
En las cooperativas de consumo el consumidor se integra en el proyecto como socio consumidor y eso le da derecho a estar representado en los órganos de gobierno de la cooperativa y en su asamblea general. Así, pueden ser socios de estas cooperativas las personas físicas y jurídicas que tengan el carácter de consumidores, de conformidad con las normas vigentes en la materia.
En Buenos Aires y otras tres provincias, la Cooperativa Obrera (Coope) es una organización sin fines de lucro que administra 104 bocas de expendio de mercadería en forma de supermercados, que proveen regularmente de alimentos y una multitud de otros productos a más de un millón de familias asociadas consumidoras, además de integrar al sistema a una vasta red de proveedores de industrias regionales que de otro modo estarían excluidas del ofrecimiento de productos en la cadena del retail.
A escala nacional, la Federación Argentina de Cooperativas de Consumo (FACC) agrupa más de un centenar de cooperativas de consumo de todo el país y si bien su sede está en Buenos Aires -en la séptima cuadra de la calle Uruguay, en pleno centro porteño-, encuentra su norte al sur, en la ciudad de Bahía Blanca, sede de la Coope. Si Sunchales es la capital del cooperativismo de producción, la ciudad puerto del sur bonaerense lo es del cooperativismo de consumo.
