En medio de cacerolazos en decenas de ciudades que pedían su renuncia, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció ayer la expulsión del hombre más popular de su gobierno, el ministro de Salud, Luiz Mandetta, tras dos meses de pulseadas por la gestión frente a la pandemia de coronavirus, que ya dejó casi 2.000 muertos en el país.
Bolsonaro echó a Mandetta, del conservador partido Demócratas, por estan en desacuerdo con las políticas de aislamiento y cuarentenas que adoptó el Ministerio de Salud a la par de gobernadores e intendentes, y nombró como su reemplazante a un amigo personal sin experiencia en el sector público, el oncólogo Nelson Teich. La crisis en el gobierno de Bolsonaro ocurre justamente cuando se espera para mayo el pico de Covid19 y cuando hospitales están atestados de casos.