A seis meses de la disposición que busca agilizar el sistema financiero en el país, un monitoreo pone en evidencia que se trata de uno de los servicios menos ofrecidos. Se testearon 13 entidades y varias sucursales
Hace exactamente hoy seis meses, desde el 17 de julio del año pasado, y a partir de la firma de un convenio entre el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Federico Sturzenegger, se habilitó la posibilidad de que los nuevos clientes de entidades financieras pudieran abrir una caja de ahorro en forma no presencial.
El acuerdo rubricado se enmarca dentro de la política de bancarización que impulsa el Gobierno Nacional por medio del BCRA, para garantizar un sistema financiero ágil y rápido en todo el país. Sin embargo, la implementación del sistema viene demandando bastante tiempo y, según relevó el propio BCRA, el objetivo es aún una deuda sin saldar.
Así se puede observar a partir de los datos obtenidos por el BCRA en el segundo relevamiento de “Cliente incógnito” efectuado entre fines de noviembre y principios de diciembre de 2017, monitoreo generado para controlar que las entidades financieras ofrecieran los nuevos productos e instrumentos establecidos.
Sucede que, en el marco de sus objetivos de profundización del sistema financiero y bancarización de la economía, el BCRA emitió, entre otras, regulaciones para facilitar la apertura de cuentas y dispuso la creación de nuevos instrumentos de ahorro.
La posibilidad de que los bancos utilicen medios electrónicos para la apertura de cuentas a distancia, así como la reducción de la documentación necesaria para abrir una cuenta corriente y la posibilidad de que un trabajador inicie la apertura de una cuenta sueldo, son medidas que -según el BCRA- impactan positivamente sobre la productividad de los intervinientes y promueven la competencia en el sector.
“Considerando que la adopción de estos productos y servicios depende, en cierta medida, de las decisiones de la oferta, el BCRA anunció en octubre de 2017 que comenzaría a utilizar técnicas de cliente incógnito para investigar si estos productos son ofrecidos por las entidades financieras”, se indicó.
El primer relevamiento bajo esta técnica se realizó en octubre pasado. En esta oportunidad, se difundieron los resultados del realizado hasta principios de diciembre, trabajo que se complementó con consultas a los sitios web de las entidades, “con el fin de contrastar la información recopilada de manera presencial”.
De allí surgió que la apertura de caja de ahorro a distancia, con apenas 13% de respuestas positivas, fue el servicio sistemáticamente menos ofrecido. En efecto, de las 13 entidades observadas, 10 no registraron ninguna respuesta positiva.“Sucursales de Bapro, BBVA Francés, Galicia, HSBC y Macro manifestaron que el producto estará disponible en el futuro. Sin embargo, observando la información de los sitios web, se advierte que Galicia y Bapro ofrecen actualmente la apertura a distancia”, remarcó el informe difundido en el blog del BCRA.
“En nueve de las 13 entidades relevadas, la información en los sitios web ratifica las respuestas totalmente negativas obtenidas en las sucursales”, se dijo, aunque la entidad monetaria reconoció que “el bajo ofrecimiento del servicio de apertura a distancia de cajas de ahorro” se puede deber a que se trata de “una prestación que propone un desafío tecnológico mayor al resto de los productos” (relevados).
En efecto, además del control sobre el ofrecimiento de este servicio que ya lleva seis meses de anunciado, el segundo relevamiento de “cliente incógnito” observó que estuvieran en marcha la posibilidad de apertura de cuenta sueldo por parte del trabajador; que se ofrecieran a los clientes plazo fijo en UVA-UVI y que estuviera vigente la apertura de cuenta corriente para Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS).
Respecto de este último, se observó que si bien el producto tiene “una alta tasa de ofrecimiento, la mayoría de las sucursales exigen mayor documentación que la requerida por la normativa (estatuto y CUIT) y la cuenta se habilitaría en un plazo mayor al dispuesto por la normativa (24 horas)”.
Las entidades monitoreadas fueron Santander Río, Galicia, Patagonia, Macro, Supervielle, Ciudad, Bapro, Banco Nación, HSBC, ICBC, Comafi, Credicoop y BBVA Francés.