La cifra de accidentología en la construcción local, una de las más altas de todo el país, según lo advirtió la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, preocupa hoy a todos los sectores involucrados que recientemente fueron anoticiados por la Secretaría de Trabajo de la Provincia, de mayores multas y penalidades para tratar de revertir la situación. La medida fue anunciada en la mesa cuatripartita conformada por el Gobierno provincial y el municipal, cámaras, entidades profesionales y sindicato. Consultado sobre el tema, Daniel Ricci, del Colegio de Arquitectos, analizó la responsabilidad que les toca.
– ¿Está de acuerdo en que haya más multa y penalidad para reducir accidentes?
– Estoy de acuerdo en que las cosas se hagan bien y que se cumpla con la legislación vigente. Desgraciadamente, muchas veces los que estamos en la construcción no entendemos que tenemos que hacer las cosas bien y necesitamos penalidades y multas fuertes para realmente hacerlas como corresponde. Este es un país donde muchas cosas se hacen por temor y no por convicción. No puede seguir dándose los niveles de accidentes a los que hemos llegado. Es inevitable que los haya, pero no puede ser que sean por negligencia, por no cumplir con normativas o porque se podrían haber evitado perfectamente.
– ¿Cuáles son las causas?
– Por un lado, falta de formación y educación del personal. A veces vas a una obra donde llevaste todos los elementos adecuados (cascos, guantes, soportes) y ves a una persona colgada en zapatillas, sin casco, sin nada. Por otro lado, hay responsabilidad de la empresa que construye, del director técnico. Es importante destacar que el profesional que firma la dirección técnica de una obra es uno de los principales responsables de todo lo que pase en la obra. Muchas veces se desconocen un montón de cosas y algunos las conocen pero no las aplican.
– ¿Qué debe hacer un arquitecto cuando observa irregularidad?
– Todo lo que un arquitecto ve que no es correcto, tiene que hacerlo constar en el libro de obra. Si bien esto no es una obligación, es una responsabilidad. Si ve a un obrero sin los elementos tiene que avisar al contratista y si las condiciones persisten tiene que parar la obra. El municipio tiene el poder de policía en la construcción, tiene que tener un buen equipo de inspectores para que verifique. En este momento, el personal técnico está por debajo de lo que tendría que ser. En áreas como Planeamiento Urbano, donde tendría que haber un superequipo de especialistas y técnicos trabajando todo el día en la problemática de la ciudad, hoy hay déficit en cuanto al plantel técnico respecto de lo que se necesita. Tampoco el municipio es el único responsable; también hay cierta responsabilidad de la universidad, que da una formación demasiado teórica y en los últimos años no los prepara para que vivan la realidad del medio donde van a desarrollarse.
– ¿Qué medidas ayudarían?
– La multa es una, pero eso no va a solucionar las infracciones. La mejora pasa por que todos los sectores involucrados hagamos cosas concretas. Pasa por convenir con entidades como la Uocra para trabajar sobre la gente, para que asuman y tomen conciencia de lo que están haciendo. Y es fundamental hacer una campaña de esclarecimiento para que todos los colegas que van a dirigir una obra sepan los requisitos a cumplir y los riesgos que tiene.