La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, acusó hoy a Rusia de movilizar bombas de racimo y otras armas prohibidas por la Convención de Ginebra en su ofensiva contra Ucrania.
Las declaraciones de Thomas-Greenfield se producen en momentos en que las fuerzas rusas atacan varias ciudades ucranianas mientras acumulan tropas en torno a Kiev, la capital.
“Parece que Rusia se está preparando para aumentar la brutalidad de su campaña contra Ucrania”, dijo Thomas-Greenfield en la sesión extraordinaria de la Asamblea General de Naciones Unidas, según consignó la agencia AFP.
“Hemos visto videos de las fuerzas rusas movilizando armamento excepcionalmente letal hacia Ucrania, que no tiene cabida en el campo de batalla. Eso incluye bombas y municiones de racimo y de vacío, que están prohibidas por la Convención de Ginebra”, aseveró.
También evocó imágenes publicadas de un convoy de tropas rusas de más de 60 kilómetros de largo, el que aseguró avanza hacia Kiev.
Deplorable ataque. Thomas-Greenfield habló antes de la votación en la que la Asamblea General exigió que Rusia retirar “inmediatamente” sus fuerzas de Ucrania.
Una abrumadora mayoría de países votaron la resolución, no vinculante, que “deplora” el ataque de Moscú contra la exrepública soviética, poniendo de relieve el aislamiento de Rusia en la escena mundial.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló hoy que “está claro” que Rusia ataca a civiles ucranianos de forma intencionada, pero declinó decir si cree que Moscú comete crímenes de guerra en el contexto del conflicto.
“Está claro (que Rusia ataca a civiles)”, dijo el mandatario estadounidense, que remarcó que, no obstante, “es demasiado pronto” para acusar a Rusia de crímenes de guerra.
“Lo seguiremos de cerca”, agregó Biden, según la cadena de televisión CNN.