El Poder Judicial puso en marcha dos proyectos que tienen por objetivo generar eficiencia en su tarea y conocer la situación laboral de los recursos humanos existentes. Participan jueces, funcionarios, empleados y abogados
Por Carolina Klepp – [email protected]
Los jueces, funcionarios y empleados de los siete juzgados y las dos Cámaras en lo Civil, Comercial y Familia de Río Cuarto (alrededor de 130 personas) forman parte de un proyecto de gestión de calidad que busca mejorar el servicio de justicia con agilización y control de los tiempos de respuesta, la optimización de los recursos y la revalorización de cada rol institucional.
Así lo informó a Comercio y Justicia Carolina Granja, responsable del Análisis de Gestión Judicial del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba.
“La mayoría de los problemas con los que convivimos a diario en la Justicia no necesariamente se solucionan con más partidas presupuestarias, sino con creatividad y proactividad para maximizar los recursos disponibles”, sostiene la magíster en Gestión Política y Especialista en Derecho Judicial.
Como ejemplo de las acciones que vienen llevando a cabo, relató la experiencia conjunta con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación en esa ciudad del sur provincial, que prevén replicar en Córdoba Capital en 2017.
“Actualmente se están estandarizando actividades propias de las barandillas de todos estos organismos involucrados, unificando criterios y decisiones que impactan directamente en el destinatario inmediato de la Justicia: los abogados”, sostuvo Granja.
Entre las acciones concretas de mejora en el fuero civil riocuartense, destacó que avanzaron en el trabajo sobre cartelería informativa básica en la barandilla de cada organismo, así como en la identificación precisa de los agentes judiciales que se encuentran atendiendo al letrado.
“Se implementó un modelo único de planilla de acciones correctivas y preventivas para cada organismo como una herramienta para el relevamiento sistemático de fallas y consecuente búsqueda de alternativas de mejora”, contó la abogada y también comunicadora social.
Además, contó que se elaboró un instrumento de diagnóstico de percepción externa, dejando abierta la posibilidad de que los involucrados de ambos lados de la barandilla (tanto abogados como integrantes de los juzgados) participaran en la formulación de preguntas así como de temas a consultar en una encuesta anónima entre quienes litigan en el fuero.
En este sentido, la semana pasada se envió digitalmente la encuesta a cada abogado. Cabe señalar que se dio participación al Colegio de Abogados de la ciudad.
Un dato llamativo es que el interés de los letrados por hacer oír sus voces fue inmediato; “en el lapso de dos días ya se contaban con más de 100 respuestas”, indicó.
También están realizando en este momento un relevamiento de percepción de la labor interna, por medio de una encuesta anónima digital a cada integrante de los juzgados y cámaras involucradas en esta primera etapa.
“Ambos diagnósticos, mediante encuestas al letrado y a los integrantes de los organismos judiciales permitirán priorizar alternativas de tareas a mejorar”, concluyó Granja.
Para llegar a este punto, realizaron numerosos encuentros de capacitación, algunos con la participación de todos los involucrados y luego con responsables designados para trabajar en el diseño de estrategias.
Indagan sobre la satisfacción laboral entre los judiciales
“Ningún proceso de calidad cobra sentido sin que pueda sostenerse en el tiempo por quienes lo impulsan junto a sus equipos; por ello resulta imprescindible indagar también en la satisfacción laboral de quienes son precisamente los artífices de las mejoras: los integrantes de los organismos judiciales”, subrayó Granja.
Para ello, este año se indagó en la satisfacción en el ámbito del trabajo en tres juzgados Ejecutivos Fiscales, en los ocho juzgados concursales y societarios, cinco de los juzgados civiles y un juzgado en lo civil, comercial y familia de Río Cuarto.
Con un grupo de 250 personas se realizó un diagnóstico situacional desde diversos relevamientos de datos objetivos como el estudio de perfiles de los recursos humanos disponibles en cada organismo mencionado, hasta datos subjetivos como la percepción del vínculo con pares y superiores, el modo de delegar, planificar, relacionarse con su tarea diaria, con la rutina de cada actividad, sus fuentes de incentivos y motivación, entre otros.
A modo de ejemplo, una de las preguntas del relevamiento fue “¿Cómo lo han capacitado desde su oficina para las tareas que realiza? Sólo 33% señaló que fue capacitado de manera “suficiente”. La mayoría de los encuestados (67%) respondió que fue de “modo parcial”.
Otro de los puntos de la encuesta indagó en los juzgados acerca de la valoración de la tarea de sus miembros. Se preguntó: “¿cuántas felicitaciones ha solicitado /realizado formalmente a los miembros de su oficina en el transcurso de los dos últimos años?” El dato es llamativo por lo ínfimo. Hubieron dos respuestas: 75% contestó “cero” y 25% “dos”.