En las casas de altos estudios privadas, 58% no concluye sus carreras. En el total, apenas 30 de cada 100 alumnos completan sus estudios superiores en Argentina, mientras que en Brasil esta proporción llega a 50% y en Chile y México alcanza 60%
De cada 100 estudiantes que ingresan a las universidades argentinas, 74 no llegan a graduarse en las casas de altos estudios estatales y 58 no concluyen sus estudios en las de gestión privada, destaca el último informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano difundido ayer.
En el total, apenas 30 de cada 100 alumnos completan sus estudios universitarios, mientras que en Brasil esta proporción llega a 50; en Chile, a 60, y en México, a 61 graduados, en tanto que los registros globales más elevados corresponden a Japón (91) y Dinamarca (81), según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
“La eficacia de la graduación en todo el sistema universitario viene disminuyendo. En las universidades estatales, se pasó de una relación de 30 por ciento en el período 2008-2014 a una de 26,3 por ciento en 2010-2016, según los últimos datos disponibles. En el sistema universitario privado, la relación de 43 por ciento de egresados en 2015 bajó a 41,7 en 2016”, observa Alieto Guadagni, director del CEA.
Un dato crucial para entender la escasa graduación es que en las universidades estatales, en 2016, 50,8 por ciento de los estudiantes no había aprobado más de una materia después de un año de permanencia, según el reporte del CEA.
En retroceso
No obstante, ese promedio encubre grandes diferencias ya que en universidades como las de Tres de Febrero, Villa María, Defensa y Artes sólo 35 por ciento de los alumnos estaba en esa condición. En tanto, otras 24 universidades presentaban coeficientes más altos que la media. En las privadas, el promedio de alumnos que no había aprobado más de una materia después de un año de permanencia alcanzaba a 30,7 por ciento.
“El avance de la graduación en esta década indica que nuestro ritmo de acumulación de capital humano bien calificado es muy inferior al de nuestros vecinos. Se trata de una alerta negativa para afrontar los desafíos inherentes al mundo globalizado, en el que los avances científicos y tecnológicos marcan el sendero del progreso”, analizó Guadagni.
“Nuestras universidades enfrentan un claro desafío: disminuir la deserción estudiantil, para incrementar nuestra escasa graduación universitaria. Con ese propósito, es importante perfeccionar el actual Operativo Aprender, que debería formar parte del proceso de ingreso tanto a las universidades estatales como a las privadas”, concluyó el especialista en economía y educación.
Año 2010/2016: Ingresantes universidad estatal 314.614. Graduados 82.732 (26,3%). Ingresantes Universidad Privada 100.687; Graduados 41.943 (41,7%). Fuente. Centro de Estudios de la Educación Argentina con base en el Anuario Universitario.
n Las cifras demuestran que la deserción universitaria aumenta en el país. Existen diversos tipos: personas que se inscriben y no van, que cambian de carrera o universidad, y que no pueden continuar por cuestiones económicas.