ESCUCHARLos especialistas Leopoldo Burghini y Andrés Piazza coincidieron en que la inteligencia artificial aplicada en decisiones, herramientas y servicios para resolver problemas debe tener como eje central la dignidad de la persona humana
“En la actualidad, el papel del abogado requiere una constante actualización, no sólo en relación con el derecho sino también en el estudio y comprensión de la tecnología y su funcionamiento. Los avances tecnológicos de la última década han transformado radicalmente muchas estructuras empresariales” señalaron a Factor (Suplemento de Comercio y Justicia) Leopoldo Burghini (LP), abogado especialista en derecho societario, y Andrés Piazza (AP), abogado y especializado en derecho de Internet y director del Instituto de Desarrollo Digital de América Latina y el Caribe (Iddlac).
¿Qué actitud debería tomar un abogado frente a estos cambios?
LB: Para comprender este cambio, es esencial adquirir conocimientos sobre conceptos ajenos al derecho, tales como las plataformas digitales, las criptomonedas y la inteligencia artificial, dado que el avance tecnológico es tan rápido que la legislación aún no ha logrado regular adecuadamente.
Hace algún tiempo, Favier Dubois explicaba que la «plataformización» como modelo de producción no sólo reorganiza las relaciones laborales sino que también extiende este modelo a varios eslabones de la cadena de valor. Esto conlleva la desaparición de los conceptos tradicionales de «establecimiento» y empresa, tal como se entendía en el estudio del derecho comercial.
El valor de las empresas basadas en plataformas reside no sólo en sus activos físicos sino en otros aspectos, como la propiedad intelectual, la tenencia y circulación de datos y metadatos de los usuarios, así como en los niveles de facturación y la nómina de equipos (capital humano) en las empresas tecnológicas. Sin embargo, especialmente en la economía colaborativa, las personas que ofrecen su fuerza de trabajo a las plataformas carecen de la protección de una relación laboral tradicional, lo que genera conflictos legales en esta área.
¿Qué panorama se observa en relación con los delitos informáticos?
AP: Otro desafío central para la profesión legal se relaciona con la proliferación y el crecimiento exponencial de los delitos informáticos. Esto se debe no sólo a la creciente variedad de modalidades delictivas que surgen a diario sino también al aumento en el número de casos y víctimas, así como a la amenaza estructural y sistémica que representan para el sistema legal y las instituciones públicas y privadas.
En una era en la que la información constituye un activo fundamental, tanto en la provincia de Córdoba como en el país en su conjunto, las principales entidades, tanto públicas como privadas, han experimentado incidentes de seguridad que no sólo generan pérdidas económicas sino que también amenazan el funcionamiento de los poderes públicos y los derechos de los ciudadanos.
Lo más preocupante de esta situación es la diferencia con otras áreas del crimen organizado, ya que en los delitos informáticos el dinero se mueve con trazabilidad completa por medio de plataformas de pago, fintech o bancos.
Aunque las criptomonedas se utilizan en estafas extorsivas, la gran mayoría de los delitos que implican el vaciamiento de cuentas, la solicitud de créditos falsos o el engaño a personas mediante pagos se realiza utilizando monedas digitales tradicionales (pesos y dólares). Sin embargo, sorprende la incapacidad del sistema para identificar a los delincuentes en este contexto.
El rol de los profesionales del derecho es fundamental, no sólo en la creación de regulaciones sino también en la aplicación de políticas que integren esta evolución tecnológica imparable de manera coherente y efectiva.
¿Qué particularidades se advierten en el derecho societario?
LB: El derecho societario se enfrenta a problemas derivados de los nuevos modelos de producción que comentaba anteriormente. Por un lado, surgen “nuevas viejas” ideas que plantean que el registro societario debe ser digital y automatizado, eliminando algunas facultades de los organismos de control y registro. Esto ya ha sido objeto de críticas, ya que un caso notorio involucró la creación de numerosas Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) bajo la jurisdicción de la Inspección General de Justicia (IGJ) de la Nación, por medio de un bot que automatizaba las inscripciones, lo que permitió el lavado de más de 2.500 millones de pesos. A pesar de que la Justicia había detectado este problema y el organismo de control había sido notificado, el sistema (el bot) seguía otorgando personería jurídica a las nuevas SAS creadas por la banda delictiva.
Por otro lado, la desmaterialización de las empresas plantea desafíos en cuanto a su ubicación y jurisdicción competente en caso de conflictos, debido a las dificultades para determinar dónde se encuentra su sede. Además, existen problemáticas relacionadas con la aportación de criptomonedas como capital, que hasta el momento -afortunadamente, en mi opinión- no han sido aceptadas.
¿Qué nos pueden decir en relación con la inteligencia artificial?
LB y AP: En el contexto antes descripto, uno de los temas más relevantes para el futuro cercano es la inteligencia artificial aplicada en decisiones, herramientas y servicios de diversa índole. Creemos que es imprescindible focalizar la problemática tomando como eje central la dignidad de la persona humana.
La implementación acrítica de soluciones tecnológicas puede generar problemas a una escala sin precedentes.
excelentes reflexiones, creo que en la medida que somos más conscientes de nuestro impacto como seres humanos, desde lo ético, podremos contar con las herramientas tecnológicas y la IA a nuestro favor, y de manera exponencial crecer profesionalmente. En la medida que mal utilicemos los recursos, limitaremos la capacidad de tener mejor calidad de vida, en lo que respecta a ese aprovechamiento de la IA a nuestro favor.