ESCUCHAREl presidente del gobierno español, Rodríguez Zapatero, anunció ayer en el Congreso de los Diputados diversas medidas para reducir el déficit fiscal, por lo que hoy los secretarios generales de las centrales obreras del país ibérico convocaron a una huelga del sector público para el 2 de junio.
En base a las recomendaciones y exigencias de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), José Luis Rodriguez Zapatero implementará un programa de ajuste que contempla una rebaja salarial al sector público del 5 por ciento, y del 15 por ciento para los funcionarios, y la eliminación de la prestación natalicia de 2.500 euros.
En lo que el diario español “El País” ha denominado “un vuelco” en la estrategia del mandatario, se dará paso a un recorte “sin precedentes” de los gastos sociales.
El nuevo plan, un paquete de medidas que se aprobará mañana por decreto, busca ahorrar 5.000 millones más en 2010 (hasta los 10.000) y un total de 10.000 para 2011. De ellos, 1.200 millones dependerán de comunidades y ayuntamientos.
La drástica decisión provocó la reacción de los líderes de la Unión General de Trabajadores, Cándido Mendez y de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO), quienes decidieron hacer un “frente común” de cara al impopular ajuste.
En este marco, las centrales obreras resolvieron que el 20 de mayo comenzarán movilizaciones en todo el país , que concluirán con el citado paro del 2 de junio. Además, convocaron a una concentración de delegados sindicales en Madrid para cuando comience la tramitación parlamentaria del decreto.
La situación de los mercados
Las bolsas del mundo alternaron hoy alzas y bajas, en una jornada en la que los números en rojo fueron el comun denominador para Wall Street, Madrid, Atenas y Lisboa, por los remezones producidos a causa de la crisis europea, específicamente las de Grecia y España, y por indicadores laborales no del todo convincentes en la principal economía del mundo.
En este contexto, el Banco Central Europeo (BCE) salió hoy a advertir que la crisis en los países de la región que registran fuertes defícits puede ser un freno para la frágil recuperación del continente.
Esta posibilidad, según el BCE, debe llevar a los gobiernos de la región a actuar rápido y con medidas “incisivas”, para no perder la confianza de los mercados.
