El Parlamento oriental aprobó la norma que ya contaba con media sanción desde noviembre. El país fue incluido en la lista de paraísos financieros por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
A pesar de la resistencia que ofrecieron los agentes financieros, el Parlamento de Uruguay dio un importante paso para la transparencia financiera del país, al aprobar la reforma de la ley que regula el secreto bancario.
La ley protegía desde 1982 los depósitos en cuentas que no residentes tienen en Uruguay, y su flexibilización apunta a evitar la evasión fiscal.
“Acá hay todo un andamiaje formado para preservar, administrar y esconder estos capitales que circulan producto de la ilegalidad y los peores crímenes. A un Uruguay productivo tiene que importarle saber de dónde viene la plata”, afirmó el diputado oficialista Gonzalo Mujica.
La normativa fue aprobada con votos de la izquierda oficialista y de un sector de la oposición y será aplicada a pedido del país de origen del depositante, siempre que haya entre ambas naciones un acuerdo de intercambio de información financiera.
En principio la aplicación de la ley no alcanzaría a Argentina, pero la firma de un convenio de intercambio de información será inevitable. El fuerte flujo de inversiones -principalmente inmobiliarias- provenientes de nuestro país, así como el ritmo de comercio exterior con el país vecino obligarán a llevar un estricto control para evitar la fuga de capitales.
La inquietud de la plaza financiera y de clientes porteños comenzó a crecer cuando el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, expresó optimismo por la voluntad uruguaya de mostrar cuentas bancarias a autoridades tributarias. Se estima que los argentinos poseen más de 2.000 millones de dólares en ese país.
Consultado sobre este tema, Víctor Beker, economista integrante del Centro de Estudios de la Nueva Economía, analizó que, sin embargo, en el corto plazo no se producirán grandes cambios para los titulares argentinos de cuentas bancarias en Uruguay. “No creo que el efecto sea demasiado importante para Argentina en el corto plazo”, afirmó el economista.
Lo cierto es que la república oriental resulta atrayente para el empresariado extranjero en virtud de garantizarle la rentabilidad sin resticciones. De hecho, desde 2008 las empresas que invierten en el país vecino pueden llegar a recuperar en sus impuestos hasta 100% de la inversión realizada y sacar de Uruguay fácilmente las ganancias obtenidas.
El sistema financiero uruguayo no se encontraba exento de este espíritu de libre mercado, que mantuvo abiertas las puertas a la evasión fiscal ilimitada.
Nuevas reglas
A partir del 1 de enero de 2011, fecha en la que entrará en vigencia la nueva normativa, el secreto bancario se levantará luego de un pedido de la administración tributaria a la justicia Civil cuando exista sospecha de evasión. Hasta ayer, únicamente podía ser levantado tras una orden de la justicia luego de una denuncia penal.
Sobre esto, Beker afirmó que esta modificación significa un claro avance en el “control de operaciones sospechadas de lavado de dinero”.
Además, el economista aclaró que “no se trata de una decisión aislada de Uruguay” sino que son varios los países que se acogieron a la iniciativa impulsada por el G20 para erradicar la evasión y transparentar sistemas financieros. “Hoy ni siquiera Suiza es un paraíso fiscal, porque tuvo que abrir una cuenta por pedido de Estados Unidos”, agregó Beker.