Se trata de Marathon Asset Management, que fue clave para el éxito de la operación, al adquirir títulos por US$840 millones mediante el Deutsche Bank -según se presume-. La transacción fue concretada por un ejecutivo argentino.
El fondo estadounidense de inversión Marathon Asset Management compró más de la mitad de la licitación del Bonar 24 efectuada la semana pasada por el Gobierno, y garantizó así su éxito, aunque exponiéndose a un virtual embargo del juez norteamericano Thomas Griesa.
De los US$1.415 millones que consiguió el Gobierno en la colocación de ese título, Marathon adquirió 840 millones, según fuentes del mercado financiero de Wall Street.
Según trascendió en Buenos Aires, la transacción fue realizada por el argentino Gabriel Szpigiel, especialista en mercados emergentes de Marathon, egresado de la Universidad de Buenos Aires, al igual que el ministro de Economía, Axel Kicillof.
Lo que resta conocer es cómo se realizó la compra: si se concretó por medio del Deutsche Bank, y si el fondo depositó los bonos que compró en Buenos Aires para evitar una sanción del juez norteamericano.
Fuera del alcance
Según los abogados que defienden a Argentina, la operación está fuera de la jurisdicción de Griesa porque se trató de una colocación bajo ley local.
También queda la duda de si el fondo inversor los giró al exterior y si podrían ser embargados por los fondos buitres. De hecho, éstos apuntaron principalmente al Deutsche Bank, al punto que la semana pasada, luego de una aundiencia convocada de emergencia, Griesa los autorizó a pedirle información a la entidad sobre los detalles de la operación, paso al que podría seguirle un pedido de embargo.
Seguramente fue a sabiendas de esto que el Gobierno lanzó la operación con absoluto hermetismo y recién la anunció unas horas antes, en una maniobra que tuvo como fin que los fondos buitres no tuvieran tiempo para poner trabas como en febrero, cuando frenaron una emisión orquestada por el Deutsche Bank y JP Morgan.
Margen para mejores tasas
Si bien el Gobierno nacional convalidó tasas de interés de 9%, aún tiene “mucho margen” para bajar el costo de financiamiento, que podría converger a 5%, como sucede en otros países de la región.
Al menos así lo estimó el gerente General de la consultora First Capital Markets, Pedro Cristiá, quien sostuvo que la reciente colocación de Bonar 24 -mediante la cual la Casa Rosada obtuvo más de US$1.400 millones e YPF otros US$1.500 millones- “deja en evidencia que el Gobierno tiene intenciones de volver a los mercados de capitales, y lo necesita para financiarse”.
A criterio de Cristiá, “tanto la emisión de Bonar 24 como la colocación del bono de YPF a 10 años a 8,65% dan muestras de que hay interés en el país por parte de inversores”.
Y explicó: “A priori parece que se obtuvo más de lo esperado, aunque muchas veces se buscan inicialmente montos bajos para siempre poder mostrar sobredemanda del producto y decir que la emisión se tuvo que ampliar”. No obstante, reconoció que “conseguir US$1.400 millones no es una cifra despreciable en lo más mínimo, teniendo en cuenta aún el juicio que tiene el país en Nueva York” con los fondos buitres.
Para Cristiá, el Poder Ejecutivo “volverá a realizar otras colocaciones, más teniendo en cuenta el vencimiento del Boden 2015, que opera en octubre próximo, por US$5.700 millones”.
El Banco Central de la República Argentina terminará el año con reservas superiores a US$30.000 millones de dólares y los compromisos financieros del año “ya están cubiertos”, lo cual ayudará a “tranquilizar” el resto de las variables económicas, coincidieron los economistas Rodrigo Álvarez y Alejandro Robba.