Un informe de la AFOA asegura que la foresto-industria es una de las actividades con más potencial de desarrollo en el país. Se industrializa cerca de 50% de la materia prima disponible.
El sector forestal argentino se encuentra en condiciones de duplicar las exportaciones a 2.000 millones de dólares anuales, crear 64.000 empleos directos y 160.000 indirectos en zonas rurales y economías regionales, incrementando así el valor económico de la cadena foresto-industrial a 15 mil millones de dólares, esto es 50% más de crecimiento.
Con esta proyección, realizada por la Asociación Forestal Argentina (AFOA) en coincidencia con su 70° aniversario, se podría -según aseguraron- revertir el histórico déficit comercial del sector.
“Hoy la foresto-industria es una de las actividades con más potencial de desarrollo en el país. Actualmente se industrializa alrededor de 50% de la materia prima disponible y el país podría incrementar su patrimonio forestal en al menos 3 millones de hectáreas, casi triplicando así la superficie actual, sin competir con otras actividades agrícolas”, aseguraron los responsables del trabajo llevado a cabo con motivo de la celebración.
“Por todo esto, es imperioso generar inversiones que nos permitan industrializar la madera de manera sustentable. Ejemplo de esto es el aporte en sectores claves de la economía como la construcción de viviendas, la generación de energías renovables, la producción de papel o la construcción de muebles”, indicó Osvaldo Vassallo, presidente de AFOA.
Según el trabajo de la asociación, Argentina dispone de una superficie de unas 50 millones de hectáreas de bosques nativos reconocidos en los ordenamientos provinciales realizados bajo la ley 26331 y 1,2 millón de hectáreas de bosques cultivados que abastecen a 90% de la industria forestal, principalmente con pinos, eucaliptos, álamos y sauces.
Según explicaron, una de las grandes herramientas que hoy tiene el sector es la ley 26432, prórroga de la ley 20080 de Promoción de Inversiones para Bosques Cultivados de 1999.
Entre sus beneficios favorece la forestación en economías regionales devolviendo a pequeños y medianos productores parte de los costos de plantación, entre otros beneficios.
“Tenemos que tomar la experiencia positiva de estos casi 20 años, para lograr una herramienta superadora, que facilite a los productores apostar a largo plazo, con el fin de producir árboles que sustenten a la industria del futuro”, concluyó Vassallo.
Futuro
Respecto de lo que resta del año 2016, la mayoría de las empresas que conforman la entidad tiene expectativas positivas. Según una encuesta realizada, 47% prevé que aumentarán sus exportaciones; asimismo, 48% cree que la superficie a forestar será igual a 2015 y 27,6% que será superior.
En cuanto a la venta en el mercado interno, las expectativas de ventas son moderadamente optimistas, con una fuerte dispersión en las respuestas de los rubros tablero y madera (dos de los productos más fabricados).