ESCUCHARLos detalles fueron brindados por el ministro Kicillof. El beneficio se percibirá con los ueldos de mayo. El funcionario destacó el esfuerzo fiscal que implica la medida y subrayó que sólo 10% de los trabajadores paga aquel tributo.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, explicó que las modificaciones en las escalas del impuesto a las Ganancias para los salarios de entre 15.000 y 25.000 pesos se harán efectivas en los sueldos de mayo, que se abonarán en junio próximo, de manera retroactiva al 1 de enero pasado y aplicable a los trabajadores comprendidos dentro de estos montos en el año 2013.
“Lo que hicimos es reducir la escala para los que ganan entre 15.000 y 25.000 pesos”, afirmó Kicillof luego de señalar que “no se cambia el mínimo no imponible ni el momento en el cual se toma”, referencias que fueron oportunamente reformuladas mediante el decreto 1242 del 27 de agosto de 2013, cuando se fijó la nueva base de tributación.
En ese sentido, Kicillof precisó en declaraciones radiales que la modificación de escalas alcanza a “quienes cobraban entre 15 y 25 mil pesos en 2013”, al señalar que el Poder Ejecutivo tiene atribuciones para aplicar deducciones.
La norma firmada en 2013 por el entonces ministro de Economía, Hernán Lorenzino, dispuso los actuales pisos salariales de 15.000 y 25.000 pesos que resultaran “devengados entre los meses de enero a agosto del año 2013” para los trabajadores de la denominada cuarta categoría del impuesto a las Ganancias.
Kicillof resaltó que “había algunos gremios que planteaban como principal problema el impuesto a las Ganancias”, por lo cual consideró que “representa una reducción significativa equivalente a un aumento de sueldo de entre 5 y 6 por ciento”.
En otra parte de la entrevista, detalló que, debido a que “los sueldos (de abril) ya se liquidaron”, esta modificación regirá “a partir del sueldo de mayo que se paga en junio”, por lo cual la cartera que conduce tiene tiempo para publicar la resolución en el Boletín Oficial con suficiente antelación para que impacte en la próxima liquidación de sueldos, que se realiza el día 20.
Costo fiscal y defensa del tributo
También durante la jornada, Kicillof dijo que “está instalado que el impuesto a las Ganancias afecta a todos los trabajadores. Es mentira, solamente paga el 10% que más gana, no es un tema de la clase trabajadora en general”.
Más adelante afirmó que la medida anunciada “tiene un costo fiscal elevado”, a la vez que resaltó la “mayor progresividad” del sistema tributario, aun sin una ley que haya dispuesto una reforma impositiva amplia.
Sobre el debate de los últimos años generado en torno a Ganancias, Kicillof entendió que existe “mucha campaña mediática de medios opositores que intentan instalar que el Gobierno les roba el salario a los trabajadores, pero el impuesto no es el más alto del mundo ni de la región: en Argentina es el 6% de la recaudación, en Chile el 8,6% y en Brasil el 7,2%”, precisó.
En ese mismo sentido, rechazó afirmaciones de “algún sindicalismo que dice que el impuesto es expropiatorio o que el Gobierno se lleva todo”, cuando en algunos gremios “equivale a la cuota sindical que pagan todos los afiliados, mientras sólo 2% tributa Ganancias” debido a sus altos sueldos.
El ministro volvió a comparar la incidencia del gravamen con la cuota por el servicio de TV cable, de 600 pesos mensuales, y recordó que con Ganancias se financian planes sociales, y que cada trabajador recibe un subsidio equivalente a 3.300 pesos anuales por las subvenciones al sistema de transporte.
Para ejemplificar el peso de la modificación en el salario de bolsillo, el Gobierno explicó que para un trabajador casado con dos hijos que cobra un salario bruto de 20.000 pesos pasará de pagar Ganancias de 1.280 pesos a 397 pesos, de acuerdo con el nuevo régimen, es decir una reducción de 69 por ciento.
Sin topes, pero…
– Al contextualizar el anuncio en el momento de inicio de las discusiones paritarias, Kicillof advirtió de que “el Gobierno no va a avalar aumentos de salarios en las negociaciones paritarias que luego se lleven a precios o se pretendan solventar con subsidios del Estado”.
– “El empresario tiene que ser responsable y discutir sanamente con el trabajador con base en lo que puede pagar. El Gobierno no pone techo ni discute con los trabajadores porque no paga de su bolsillo. Pero hay que tener bases reales, en un contexto de baja de la inflación, porque si no se perjudica a todos los consumidores y usuarios”, sostuvo.
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