El embajador de Asuntos Agrícolas de la Cancillería, Carlos Cheppi, quien encabeza una delegación de funcionarios argentinos que discute las trabas al ingreso de aceite de soja en el país asiático, reconoció que se trata de un problema de comercio en general.
Así lo admitió el funcionario luego de la primera reunión en el país con representantes comerciales chinos y técnicos del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria).
“El tema es más complejo y está enmarcado, más allá de lo técnico, en la relación comercial bilateral”, añadió. Debido a ello, en Beijing funcionarios de las áreas de Industria y Comercio Exterior tratarán de abarcar la cuestión globalmente. Mi opinión es que se va a llegar en un acuerdo en las negociaciones, dado que el intercambio con China es muy fuerte y la relación es muy buena”, sostuvo el ex titular del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y también ex secretario de Agricultura.
De acuerdo con lo señalado por Cheppi, los representantes asiáticos habrían puesto sobre la mesa la totalidad de los productos provenientes de China que durante el último tiempo sufren restricciones o sobrecargos impositivos dispuestos por la Secretaría de Comercio. Debido a que las compras chinas, en especial en aceites y otros derivados de la soja son relevantes para Argentina, ls autoridades nacionales buscarán un acuerdo intermedio que satisfaga a los dos países.
Un caso diferente es el presentado por los entredichos con Europa por la compra de agroalimentos de ese continente. En este caso, las compras no revisten montos importantes y están de por medio los subsidios a la agricultura que aplica la Unión Europea.