Fiat postergó hasta el 24 de junio próximo el acto de relanzamiento de la planta de Ferreira en Córdoba y el anuncio de inversiones por 300 millones de dólares a raíz de la decisión de la presidenta Cristina Fernández de suspender su participación en el evento por problemas de “agenda”.
“El secretario General de la Presidencia, (Oscar) Parrilli se comunicó con (Cristiano) Rattazzi (presidente de Fiat Auto Argentina) para informarle de un viaje de último momento de la Presidenta a Brasil y Roma”, indicó a este medio una fuente de la automotriz.
La decisión a apenas horas de la visita a Córdoba, generó cierto malestar, principalmente en quienes tuvieron bajo de responsabilidad el armado del acto. En tanto, autoridades de Fiat evitaron cualquier doble interpretación. “Es algo normal y ético. Fue una gentileza de la Presidenta el haber avisado”, indicó Gerardo Bovone, CEO de Fiat Auto Argentina, quien se consoló explicando que la jefa de Estado podría incluso no haber avisado.
Todos los consultados por este medio buscaron alejar cualquier interpretación vinculada a la crisis del campo y al distanciamiento con el gobernador Juan Schiaretti, aunque entre las decenas de periodistas argentinos acreditados en Recife, Brasil, la lectura era inevitable.
Es que a la situación tensa con las entidades rurales, el lunes y particularmente ayer se sumaron nuevos elementos en el distanciamiento del Gobierno nacional con Córdoba cuando Schiaretti recibió a los referentes del sector y luego advirtió que “nadie pondrá de rodillas a Córdoba y nos tirará migajas”.
En ese marco, el análisis lógico llevaría a suponer que la postergación del viaje de Cristina a Córdoba obedecería en parte a esa situación, máxime cuando debería compartir tribuna y atril en Ferreira con el mandatario cordobés.