Reemplazarán -en parte- la tarea de los “toma estado” enrolados en Luz y Fuerza. La contratación directa es por seis meses y apunta a regularizar labores para poder cobrar la energía suministrada. Cobrarán $12 por lectura. Además, tomarán fotografías del medidor, que luego se pondrán a disposición del usuario. El gremio sigue con medidas de protesta. Por Alfredo Flury – [email protected]
La Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) activará desde esta semana la tercerización de la lectura de medidores mediante las empresas EMA y Conectar, las cuales, durante seis meses, “leerán” más de 1,5 millón de consumos residenciales de la ciudad capital, tarea por la que cobrarán unos 18,7 millones de pesos.
La medida es resistida desde el gremio de Luz y Fuerza, que hoy continuará con las medidas de protesta: asambleas sorpresivas de dos horas por turno y quita de colaboración.
La decisión de tercerizar ese trabajo se produjo luego de las dificultades para leer correctamente los consumos a raíz de las medidas de fuerza del gremio que, entre otras áreas, afectó a los denominados “toma estado”.
El sindicato aseguró que los problemas obedecieron a la falta de personal y a las políticas de ajuste aplicadas desde el Directorio de EPEC.
Como fuere, el punto es que la falta de mediciones obligó a ésta a solicitar al Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) una medida de excepción para poder estimar los consumos.
En paralelo y a tenor de las dificultades para facturar de manera correcta y mientras se avanza con la estimación de consumos, el Directorio resolvió contratar cuadrillas privadas para la tarea.
Esto involucró una contratación directa de las empresas EMA y Conectar, que cobrarán 12 pesos por lectura. Cada una deberá leer unos 130 mil medidores por mes.
Multiplicado por seis meses que es el plazo de extensión del contrato, cada empresa tendrá a su cargo 780 mil lecturas o 1,56 millón en conjunto.
De esta forma, deberían cobrar un total de 18,72 millones de pesos. EMA Servicios trabaja actualmente para Distribuidora Gas del Centro (Ecogas) y también para Aguas Cordobesas.
En cuanto a Conectar, es un proveedor habitual de EPEC en servicios de conexiones y cuadrillas.
La compañía dejó trascender que el costo que insumirá el servicio contratado es sensiblemente menor que los 31,5 pesos que cobran los 35 “toma estado” de la EPEC.
Por cierto, la contratación es duramente cuestionada por los trabajadores, quienes probablemente endurezcan el plan de lucha desde esta semana, cuando comience hoy la lectura tercerizada.
Respecto a la tarea, deberán tomar las lecturas habituales pero además capturarán con imágenes fotográficas la medición. La intención de la empresa es que en el corto plazo, esas fotografías con los datos de la medición puedan ser puestas a disposición de los usuarios, en caso de dudas respecto al consumo realizado, máxime luego de las estimaciones que se realizaron durante los últimos días.
Por lo demás, EMA y Conectar sólo realizarán lecturas de medidores domiciliarios -no lecturas especiales o de grandes clientes-.
El punto es ver ahora si los consumos que tomarán los privados podrán transferirse sin problemas al centro de cómputos para su posterior facturación. Es que se realizarán mediante dispositivos móviles que requieren de la adecuación correspondiente de los sistemas de la EPEC.
La estrategia es intentar regularizar la facturación para poder obtener los ingresos necesarios para el funcionamiento de la empresa.
En rigor, hoy los “toma estado” retomaron sus tareas aunque, siempre según la empresa, con un ritmo tal que impide normalizar la situación.
Los problemas de facturación que llevaron a demorar más de la cuenta la llegada de los cedulones a los usuarios y, por consiguiente, la recepción del pago por la energía suministrada, llevó a que la empresa no pagara en tiempo y forma los sueldos del mes pasado y tuviera dificultades para reunir los fondos para abonar el medio aguinaldo.
En la coyuntura, resolvió priorizar los pagos a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa) por la compra de energía.
Según datos a los que tuvo acceso Comercio y Justicia, la EPEC está “al día” con los pagos corrientes aunque arrastra una deuda anterior que aún no fue regularizada. En ese marco, la intención sería hacer causa común con otras distribuidoras que también reclaman a Cammesa por los elevados intereses que pretende cobrar por eventuales atrasos y que, en circunstancias de crisis, dificultan el funcionamiento de las eléctricas.
Las elevadas tasas que percibe Cammesa debutaron este año. Hasta 2017, la penalización por el atraso en el pago de la compra de energía no era tan gravosa y, de hecho, generó que muchas compañías distribuidoras eligieran demorar esas erogaciones y atender a otras obligaciones corrientes, por ejemplo los sueldos.
En definitiva, se financiaban en parte con los atrasos en esos pagos. EPEC no fue la excepción.
Sigue el conflicto
Mientras tanto, el sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba continuará hoy con asambleas sorpresivas de dos horas por turno y quita de colaboración, igual que la semana pasada, según confirmó anoche a este medio el vocero del gremio, Dante Maldonado.
El dirigente dijo desconocer datos respecto a la denuncia del convenio colectivo en el Ministerio de Trabajo de la Nación, tal como lo informó EPEC el martes pasado.
La intención de la empresa es, fracasada la instancia en Córdoba, que sea la cartera laboral nacional la que dirima el tema. De hecho, ahora no son sólo unos pocos artículos del convenio los denunciados sino directamente toda la normativa.
También se pretende que sea el Ministerio de Trabajo nacional que dirima la paritaria 2018, aún inconclusa.
La cartera laboral aún no fijó fecha para una primera audiencia.
Ayer, fuentes gremiales dejaron trascender que la EPEC había resuelto desistir de la denuncia del convenio. Sin embargo, fuentes de la empresa contactadas por este medio negaron de plano esa posibilidad.
La intención de la empresa, avalada plenamente por el gobernador Juan Schiaretti, es ajustar los gastos en todos los frentes, incluido el laboral. En esa línea, desde hoy ya no abrirá sus puertas el Centro de Atención Comercial (CAC) de avenida Colón, en la ciudad de Córdoba.
De hecho, este fin de semana hubo trabajos para desmantelar esa dependencia, que fue inaugurada en la gestión de Jorge González, en agosto de 2015. Tenía un costo de alquiler en torno a 200 mil pesos mensuales.
Los cierres de los CAC comenzaron el mes pasado con el de Río Cuarto, y seguirán con otros.
La decisión de dar marcha atrás con esos centros se enmarca en la política de ajuste que incluye además el reemplazo de la factura papel por la electrónica, entre otras medidas.
Molinetes
La política de control laboral pero también de los movimientos de personas dentro de la sede central de EPEC sumará esta semana nuevas medidas. Concretamente, este fin de semana se avanzó con la instalación de molinetes en los accesos principales del edificio central de la compañía. Según pudo conocer este medio, la medida apunta a tener más control sobre el movimiento del personal -en rigor ya tienen que asentar con huella digital su ingreso y egreso- pero también sobre personas “ajenas” a la empresa. La medida promete sumar más tensión con Luz y Fuerza, en el marco de dilatado conflicto.
Me pregunto porque, en virtud de ajustar presupuesto, no se ajustan los sueldos desmesurados de los integrantes del directorio y sus asesores, sueldos que no bajan de los $150.000 y que ayudaría mucho a la hora de los ajustes.