Según Jorge Vasconcelos, vicepresidente del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana, estimular el consumo llevó a que la economía ahorrara menos y se complicaran los mecanismos para dar respuesta a la mayor demanda. Por todo ello se estancó la economía, indicó.
“Argentina aplicó la receta equivocada”, definió ayer el economista Jorge Vasconcelos, vicepresidente del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea, y seguidamente intentó simplificar la ecuación que explica tal análisis.
“Si se estimula la demanda, es decir, el consumo -medida que en una primera instancia sostiene el crecimiento del PBI-, a la larga genera que la economía ahorre menos, lo que complica las inversiones necesarias para sostener ese incremento en la demanda”, dijo. “Ese conjunto de mecanismos ha estancado la economía, que no crece, no por falta de consumo sino por falta de inversiones”, describió.
Luego señaló que “la variable de ajuste ha sido la inversión, porque el consumo, tanto público como privado, se ha sostenido e incluso ha crecido desde 2011 a esta parte”.
Las expresiones del economista se hicieron públicas en el marco del almuerzo mensual de la Fundación Mediterránea, en el cual disertó sobre “el nuevo escenario internacional y los desafíos para la política económica de Argentina” y precedió a la presentación que hizo el ex gobernador y candidato Juan Schiaretti.
“La caída de los términos del intercambio comercial internacional explican sólo una parte del estancamiento de la economía durante los últimos cuatro años”, aseguró.
“Cuando caen los precios internacionales de las commodities, cae la rentabilidad y el tipo de cambio real del sector involucrado. Sucede que eso afecta la balanza comercial, cuyo superávit se reduce y entonces lleva a que se tomen otras medidas. La caída en el tipo de cambio y rentabilidad de un sector afecta luego el resto de los rubros de la actividad económica debido al entramado productivo. Por eso, estimular la demanda fue una medida equivocada”, apreció Vasconcelos.
Para respaldar su afirmación mostró el desempeño que mantuvo la utilización de la capacidad instalada en las industrias. “Se ha incrementado la capacidad ociosa y eso no responde a un capricho de los industriales sino a la falta de competitividad del sector, situación que está relacionada con el alto costo laboral unitario en dólares”, describió.
Vasconcelos también explicó la situación que atravesaron junto a la industria, tanto el agro como el sector energético, los tres muy ligados a las ventas externas: “Se necesitan inversiones, pero para que haya inversiones hace falta rentabilidad, primero porque la renta genera caja, y luego porque la rentabilidad da previsibilidad”.
Abastecer a nuestros vecinos
Finalmente, Vasconcelos dijo que hay que mirar con buenos ojos los mercados más cercanos, tales como los que representan los países limítrofes.
En ese sentido, consideró necesario que se dé un “shock” de federalismo con el objetivo de movilizar la economía y que se generen inversiones.
“Sería bueno que dos o tres provincias se asocien en función de las necesidades de abastecimiento que tienen los países vecinos y así poder salvar los problemas que genera el tema logístico”, indicó.
Menos burocracia
La competitividad también la hace el estado
Martín Amengual, presidente de la Fundación Mediterránea, reclamó por la “abrumadora” burocratización de los procesos a la hora de hacer negocios, no sólo para las empresas sino también con las personas. “Argentina ha ido cayendo en una abrumadora burocratización de todos sus procesos, que se empeoraron por la falta de capacitación de los empleados públicos”, dijo, aunque aclaró: “No sobran empleados sino que se necesita reconstruir sus aptitudes como funcionarios al servicio”.
Sus dichos fueron en el marco del recurrente reclamo por la falta de competitividad que tienen las empresas que, según el empresario, obedece a dos arazones: “Una es intrínseca de las compañías, pero la otra está ligada a la gestión intrínseca del Estado”.
Finalmente, Amengual aprovechó la presencia de Schiaretti y solicitó un proyecto de gobierno de largo plazo. “Hay que dejar de cuestionar aspectos coyunturales y transitorios, que son sólo consecuencias. Hay que pensar en una Argentina competitiva, productiva y federal, cuya visión es diametralmente opuesta a lo que se hizo en los últimos 45 años”, dijo.