Presentó un nuevo análisis del contexto internacional. Por efecto de la situación que atraviesan el país, Brasil y México -además de Venezuela- la región crecerá menos.
La crisis financiera y el proceso de ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del crédito stand by por US$50.000 millones derivarán en un resultado de menor crecimiento para Argentina e incidirán este año en las cifras de América Latina, tal como lo venían estimando distintas consultoras privadas.
Este complejo escenario nacional fue reconocido ayer por el mismo FMI, que en sus revisiones de las perspectivas económicas para el mundo indicó que el panorama del país es complicado.
La referencia a este tema se encuentra señalada en un nuevo documento de la entidad internacional emitido ayer, titulado “Expansión menos uniforme, crecientes tensiones comerciales”.
En él, difundido días previos a que la titular del FMI, Christine Lagarde, visite el país para participar de la cumbre ministerial del G20, se establecen nuevas previsiones para la economía mundial y para cada de una regiones, destacando que, en el caso de América Latina, el crecimiento se recortó para este año a 1,6% (0,2 punto porcentual menos que en las estimaciones que el mismo organismo había hecho para este año, en abril).
Predominantemente, este retroceso se deberá a la situación argentina pero también a las coyunturas que atraviesan otras grandes economías de la región, como Brasil, México y Venezuela.
“Aunque el alza de los precios de las materias primas continúa brindando respaldo a los exportadores de la región, el empañamiento de las perspectivas respecto de la edición de abril refleja la complicación del panorama para grandes economías, debido a la constricción de las condiciones financieras y el ajuste necesario de las políticas (Argentina); los persistentes efectos de las huelgas y la incertidumbre política (Brasil); y las tensiones comerciales y la prolongada incertidumbre que rodea la renegociación del TLCAN y el programa de políticas del nuevo gobierno (México)”, indicó el documento.
En éste el FMI también agregó que “las perspectivas de Venezuela, que está sufriendo un colapso drástico en la actividad y una crisis humanitaria, se revisaron nuevamente a la baja a pesar del repunte de los precios del petróleo, ya que la producción disminuyó con fuerza”.
Guerra comercial
En tanto, en el ámbito mundial, el FMI proyectó que el crecimiento mundial alcanzará 3,9% en 2018 y 2019, tal como lo preveía la edición de abril pasado del informe WEO (Perspectivas de la Economía Mundial, por sus siglas en inglés), pero se advirtió de que “la expansión ya no es tan uniforme y los riesgos para las perspectivas se están agudizando”.
Alerta el fondo: “Los aumentos de los aranceles anunciados hace poco por Estados Unidos, sumados a los previstos, y las represalias de los socios comerciales, han incrementado la probabilidad de medidas comerciales crecientes y sostenidas. Eso podría descarrilar la recuperación y empañar las perspectivas de crecimiento a mediano plazo, tanto a través del impacto directo en la asignación de recursos y la productividad como debido al recrudecimiento de la incertidumbre y el daño a la inversión”.
Y precisó: “En los mercados financieros de las economías avanzadas, las condiciones siguen siendo acomodaticias, con diferenciales comprimidos, elevadas valoraciones en algunos mercados y escasa volatilidad, pero esa situación podría cambiar rápidamente. Los factores desencadenantes podrían ser la agudización de las tensiones y los conflictos comerciales, las inquietudes geopolíticas y una incertidumbre política cada vez mayor”.
Aun en este contexto, el organismo ratificó en el documento su compromiso con el libre comercio al indicar la necesidad de evitar medidas proteccionistas y encontrar una “solución concertada” para promover el crecimiento del comercio internacional de bienes y servicios.