ESCUCHARLa decisión de neutralizar la norma se publicaría entre hoy y mañana. Con todo, y ante la chance de que la oposición consiga los dos tercios para insistir con la ley, el Gobierno estudia diferentes escenarios que podrían incluir el alza del 8% del empalme de enero, incluido en el proyecto votado en el Congreso
El Gobierno analiza alternativas para resolver el conflicto con el Congreso por las jubilaciones, tras la decisión de vetar la norma, decisión que quedaría oficializada entre hoy y mañana.
Allí figuran una serie de eventuales medidas, en un menú cuya aplicación dependerá de los próximos movimientos que realice la oposición frente al veto total de Javier Milei -no parcial, como esperaban los otros bloques-.
“Tenemos superávit. Podemos hacernos cargo del ocho por ciento por ciento. La cosa es cómo”, dijo un funcionario del Ejecutivo. Quieren otorgar cierto nivel de recomposición para los mayores, pero especulan con los tiempos y las formas. Y, en el fondo, quieren evitar dar la impresión de que Milei dio el brazo a torcer.
Mientras se generan protestas en la calle (ayer hubo manifestaciones de jubilados frente al Congreso), se posterga la aplicación del veto que anunció la semana pasada Milei. Antes, incluso, de que se aprobara la recomposición con compensaciones que, según el Gobierno, es impagable y complica las cuentas fiscales.
“Hay que pulir detalles, pero está al caer”, buscaron calmar impaciencias en la Rosada. Están recostados sobre el plazo técnico de 10 días que le otorga la ley, pero la urgencia es política: necesitan acelerar para resolver un tema sensible, previo al tratamiento del Presupuesto 2025 que entrará en 15 días al Congreso.
La estrategia
Una vez que se aplique el veto, en los próximos días el Gobierno quedará a la espera de los siguientes movimientos opositores. Tras las amenazas de senadores y diputados de PRO, Hacemos y del kirchnerismo para frenarlo, son conscientes de que la oposición dura está en condiciones de reunir los dos tercios necesarios para que el Parlamento pueda insistir en la sanción de la ley.
En ese contexto, el presidente Milei busca “alternativas”. Una es la posibilidad de habilitar informalmente a los legisladores de la principal fuerza aliada, PRO, para que presente un proyecto con el ocho por ciento que elimine las compensaciones y facilite la tarea. Pero sólo hubo tanteos muy por lo bajo.
En la cúpula de esa fuerza, no obstante, aseguran que no recibieron ninguna comunicación en ese sentido. “Nosotros les fuimos presentando como proyectos de ley distintas propuestas sobre jubilaciones. Nuestra postura siempre fue el proyecto de María Eugenia Vidal, que contaba con el ocho por ciento. En todo caso, no tienen que pedir nada, que agarren el proyecto de María Eugenia y se pongan a tratarlo”, dijeron en el PRO.
Al mismo tiempo, no se descarta un aumento por decreto, acorde a las posibilidades financieras a las que dice estar sujeto el Gobierno (repiten que el ocho por ciento es viable). Se trata de uno de los puntos incluidos en la ley votada por la oposición y vinculada al empalme pendiente de enero para equiparar las subas a los pasivos con la inflación.
Para que esta opción prospere, deberían tener asegurado de antemano que la oposición esté de acuerdo, para adelantarse a que lo den por tierra como el DNU de fondos discrecionales para la SIDE que quería Caputo (el asesor).
Por último, el Gobierno tiene prácticamente decidido entregar un bono a los jubilados, pero evalúa, todavía, el impacto que tendría en las cuentas. “Va a ser de 70 u 80 mil pesos. ‘Toto’ está analizándolo con Anses”, contaron en el entorno del Presidente en referencia al titular de Economía, Luis Caputo. Aunque ese anuncio no se haría junto al veto para evitar, una vez más, que Milei aparezca en la arena pública en la actitud defensiva y reactiva de un bombero, en lugar de un líder que toma la iniciativa.
