El miércoles, Diputados, por iniciativa de la oposición, buscará revertir el veto del Presidente a la Ley de Financiamiento Educativo. Previamente, el martes, comenzará el debate en comisión del proyecto de Ley de gastos e ingresos para 2025. Negociaciones contrarreloj del Gobierno para evitar la ratificación del financiamiento a casas de altos estudios
El Gobierno nacional afrontará desde esta semana una apretada agenda que definirá temas claves de su gestión, particularmente la posibilidad de que la oposición revierta el veto a la Ley de Financiamiento Universitario.
En paralelo, esta semana comenzará a debatirse en comisión el proyecto de Ley de Presupuesto 2025, otra iniciativa fundamental para la gestión del presidente Javier Milei.
El escenario para revalidar la Ley de Financiamiento Universitario tiene el desafío de alcanzar los dos tercios del recinto para garantizar que los profesores puedan tener una recuperación salarial sujeta a la inflación hasta fin de año.
¿Por qué es distinto el escenario al veto a la fórmula jubilatoria, hace menos de un mes? Al posible impacto de las movilizaciones en todo el país se suma la influencia de las universidades públicas en sus provincias y en los diputados que las representan, un peso que ya están haciendo sentir algunos rectores.
La especulación opositora es volver a garantizar una alianza que los acerque a los 160 votos y que haya una ausencia sustancial (en torno a las 20 bancas) de aquellos bloques que se han alineado en el pasado (especialmente de la UCR y el PRO) que no quieren confrontar con el Gobierno pero tampoco desean ser señalados en sus distritos por rechazar una mejora presupuestaria para las universidades.
En ese marco, en las últimas horas trascendió la noticia de que Oscar Zago, ex presidente del bloque libertario y actual aliado desde el MID, faltaría el miércoles por “un viaje impostergable”.
Si el veto se revierte, el impacto para el oficialismo no es económico, ya que la estimación del costo fiscal del proyecto es de 0,14% del PBI, sino político: perdería por primera vez el poder de decidir en sus gastos. De todos modos, desde la Casa Rosada tienen un plan B: llevar el tema a la Justicia.
El otro ámbito en el que se debatirán partidas educativas es la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en donde tres bloques opositores ya le hicieron saber al oficialismo sus críticas hacia los artículos que eliminan un porcentaje mínimo de financiamiento que le corresponde a Sistema Nacional de Ciencia, de Educación Técnico Profesional y de Educación Nacional, además de establecer un monto para universidades en torno a 50% de los reclamado por las autoridades de las casas de estudio.
Las bancadas se mantienen expectantes a las presentaciones de los secretarios de Hacienda, Carlos Guberman, y de Finanzas, Pablo Quirno, que reconocen en privado que tienen margen para incrementar las erogaciones educativas, pero que serán aprobadas tras negociaciones.
“Está muy árido para todos los bloques. Ellos saben que no tienen nuestros votos pero nuestro interés es discutir con los funcionarios que se presenten y lograr que el ministro de Economía venga”, dijeron por su parte al medio Ámbito en Unión por la Patria, en donde reiteran que su prioridad es lograr sentar a Luis Caputo en un espacio parlamentario.
En el peronismo sostienen la hipótesis de que la redacción del Presupuesto 2025 se abraza tanto a la noción del déficit cero que cualquier corrimiento va a tener que ser negociado como un proyecto de ley en sí mismo.
En las bancadas provinciales, determinantes para lograr la mayoría, remarcan otras preocupaciones, descartando el señalamiento que hizo el Presidente en su discurso de presentación.
“Lo del ajuste fiscal en las provincias es puro biribiri”, definieron en Innovación Federal, en donde discutirán infraestructura para sus distritos: “A ellos también les gusta jugar a la política y ahora, en la reunión con los gobernadores, se estuvieron pidiendo obras para incluir en el listado de las que se van a terminar de ejecutar”.
Los encuentros previos fueron determinantes para la Casa Rosada, que no quería acudir a comisiones sin ciertos consensos con los espacios más cercanos, de los que esperan una resistencia laxa e incluso perspectivas compartidas. Desde una bancada federal, sostuvieron que “existió una tradición histórica del gobierno nacional de hacerse cargo de cosas en provincias, como rutas, fábricas y cunetas, pero hay mucho de eso de lo que tienen que encargarse las provincias para volverse más competitivas y atraer inversiones”. Aun así, en el oficialismo saben que se abre una discusión que puede no terminar en diciembre: “Existe un norte marcado por el Presidente, pero ahora hay que empezar a conversar con los demás”.