El director general de Aduana, Guillermo Michel, precisó hoy que se detectó un “primer universo” de operaciones de sobre y subfacturación en el comercio exterior por “alrededor de US$ 1.250 millones de valor FOB”, además de irregularidades en las empresas que se sirvieron de medidas cautelares.
Las operaciones irregulares que permitieron a las empresas obtener más dólares para operar en el comercio exterior de los que les hubieran correspondido abarcan desde principios del 2021 hasta la actualidad.
Las declaraciones de Michel van en sintonía con los dichos formulados ayer por el flamante ministro de Economía, Sergio Massa, cuando indicó que “existen más de 13.000 operaciones de importación trianguladas de 722 empresas que compraban productos a un precio, lo pasaban por otro destino y lo traían sobrefacturado a la Argentina. En general, la triangulación se hacía con empresas de no más de un año de antigüedad”.
Ayer, en su primera presentación como ministro, Massa señaló: “se abrirá un registro por 60 días para que las empresas hagan una rectificación”, pero advirtió que se van a “hacer las denuncias ante la justicia argentina de aquellos que no se presenten a aclarar o rectificar, pero también se hará la denuncia ante la unidad de lavado de dinero de los Estados Unidos, ya que se usaron bancos de ese país y por lo tanto la sede del domicilio financiero determina jurisdicción”.
Por su parte, Michel también aclaró: “la triangulación en sí no es algo irregular, es común en el comercio exterior que la mercadería venga de un lugar y sea facturado desde otro país” pero precisó que “lo que estamos analizando acá son operaciones de triangulación donde la mercadería viene de un país y la factura de otra jurisdicción, pero sobrefacturada; es decir, a un precio superior a lo que vale la mercadería”.
Puntualmente, destacó: “detectamos un primer universo de 13.640 operaciones que involucran a 722 empresas, por alrededor de US$ 1.250 millones de valor FOB. Algunas de esas ya las denunciamos a la justicia argentina”.
El combate de este tipo de maniobras ayudaría a incrementar el nivel de reservas del Banco Central (BCRA) que actualmente se ubican en US$ 37.818 millones, y fue uno de los principales objetivos que trazó Massa en su presentación de ayer.
La sobre y subfacturación en el comercio exterior implica que las empresas se hagan de más dólares para realizar sus operaciones de los que les hubieran correspondido.
Michel advirtió que el aumento de la brecha cambiaria genera mayor ganancia (e incentivos para) en este tipo de operaciones, “tanto la sobrefacturación de importaciones para hacerse de dólares en el país al tipo de cambio oficial y luego cambiarlo en el exterior al dólar financiero, como la subfacturación de exportaciones donde se ahueca la base imponible en argentina para dejar los dólares en el exterior”.
Respecto a las importaciones posibilitadas a través de medidas cautelares, el titular de Aduana sostuvo que “estamos intimando de manera electrónica a todas aquellas empresas que pudieron acceder al mercado de cambios e importaron a través de medidas cautelares, donde nosotros detectamos algún tipo de irregularidad”.
“La Aduana detectó en algunos casos cautelares que obtiene una empresa y luego le cede a una tercera empresa la marca por un periodo muy corto de un mes, para poder utilizar esa cautelar y poder hacerse de esa mercadería”, agregó Michel.
Una de las intenciones de Aduana es evitar este tipo de conductas fraudulentas a futuro: “Más allá de trabajar caso a caso, estamos tratando de generar una percepción de riego a futuro para tratar de corregir la conducta a futuro en estas operaciones donde se trata de sacar los dólares al país que deberíamos aplicarlos a la producción y al empleo y no para esta ganancia financiera”, planteó Michel.
Entre las medidas analizadas, Massa ayer anticipó la puesta en marcha de un sistema de trazabilidad del comercio exterior, que permita un mejor control y transparencia sobre el uso de las divisas, por lo cual desde la autorización y hasta la liberación de las divisas, habrá plazo fecha y autorización, con prioridad para las cadenas productivas y de salud.
El funcionario ejemplificó este tipo de operaciones con la detección, por parte de Aduana, de hace dos semanas de una “maniobra burda” donde se declaraba la importación de placas de video en el Área Aduanera Especial de Tierra del Fuego cuando, en realidad, se trataban de productos de escaso valor sin circuitos integrados, comúnmente denominados como “basura electrónica”.
“Se importaban sólo plaquetas de aluminio donde la mercadería no tenía más valor que el peso de aluminio”, indicó.
También mencionó Michel un caso de subfacturación de exportaciones de litio por parte de una empresa en el norte del país.
Por último, y con el objetivo de “desarticular este tipo de maniobras”, sostuvo que la Aduana se encuentra trabajando junto con la AFIP para mejorar “la capacidad de análisis de datos”, como también “el intercambio de información fiscal internacional” con los demás países.